El etnodrama es aquella manifestación relacionada con la religión, el rito y el teatro que se practica constantemente en todos los escenarios latinoamericanos y; en la escena europea, es muy requerido este tipo de temáticas como una forma de acercamiento a la cosmogonía y creación de éste continente con variados universos que les genera atracción. En la obra autosacramental La Araucana, de la compañía Teatro del Nuevo Mundo, lleva a escena la disputa que sostuvieron varios caciques para elegir a un líder que los guíe; con un destacado éxito en los escenarios donde se ha presentado, incluyendo en el Festival Internacional de Teatro Clásico, en la ciudad de Almagro, en España. La compañía nacional Lafamiliateatro es una agrupación con trece años de trayectoria, que ha llevado a escena dramaturgias propias que abordan problemáticas del sujeto desde una perspectiva existencialista. A partir de su anterior montaje, “Niña Astronauta”, la agrupación decide explorar en la memoria histórica reciente de Chile, particularmente en casos que podrían facilitarnos reflexiones críticas sobre el estado actual del país, en términos antropológicos, políticos y culturales.
La obra “Painecur”, escrita y dirigida por Eduardo Luna, corresponde al último trabajo escénico de la compañía y está inspirada en uno de los sucesos más conmovedores ocurridos en Chile el cual es el terremoto del año 1960, que tuvo su epicentro en el sur de Chile. El montaje hace referencia a la muerte del niño José Luis Painecur en la Comunidad de Collileufu en el lago Budi y que de acuerdo a las investigaciones realizadas por la compañía, guiadas por reconocidos especialistas en etnología jurídica, antropología jurídica y sabios mapuches, es el hito que da paso al resurgimiento del conocimiento ancestral de sacrificios humanos en el pueblo Mapuche.
Por otro lado, el sacrificio humano es la ofrenda a una deidad en señal de homenaje o expiación y fueron practicados en muchas culturas antiguas, matando a las víctimas ritualmente de una forma que pretendía apaciguar a los dioses. Entre las razones que han existido para la práctica del sacrificio humano, son las siguientes: buena fortuna; apaciguamiento y obediencia y mantener contenta a una divinidad; preservación de relaciones en el otro mundo; adivinación; un desastre natural, que fueron considerados como una muestra de la cólera y el descontento de los dioses y sacrificaban a un niño para apaciguar la ira.
En las antiguas civilizaciones de Chile era común la practica del sacrificio humano como parte de sus costumbres y ritos, y uno de los últimos hechos conocidos ocurrió para el terremoto del año 1960, en la ciudad de Valdivia; dónde fue sacrificado el niño José Luis Painecur.
El caso fue dado a conocer a través de la prensa de la época, exponiendo el “sacrificio” del infante como parte de un ritual mapuche para calmar la furia del mar, luego del poderoso terremoto y el posterior maremoto que arrasó buena parte de los pueblos costeros, entre ellos Puerto Saavedra a pocos kilómetros de dicha comunidad. Sumado a la conmoción de la catástrofe y entre las miles de muertes, la del niño Painecur se torna única; los mapuches de esa zona como una forma de apaciguar las fuerzas destructoras del mar, consideraron necesario el sacrificio. El maremoto de mayo del año ’60, habría restituido la memoria de Kai Kai y Tren Tren, es decir, mito y rito se unieron para que en un nguillatún celebrado el 5 de junio de 1960 en Collileufu, un niño fuera la víctima propiciatoria del equilibrio cósmico. Las versiones sobre la elección del sacrificado apuntan a un sueño de la machi Juana Namuncura en el cual las divinidades exigían la inmolación de un niño.
Respecto a la obra Painecur, la reseña nos indica que en el año 1960, después del gran terremoto de Valdivia, una comunidad mapuche de las cercanías del Lago Budi realizó el sacrificio de un niño para calmar las fuerzas sobrenaturales y evitar una catástrofe mayor. En ese entonces, los responsables del acto fueron enjuiciados; sin embargo, fueron declarados inocentes y el registro del proceso jurídico se ha extraviado con el paso del tiempo. En la actualidad, a un grupo de estudiantes de derecho se le ha asignado este caso para su examen de Clínica Jurídica; pero al carecer del fallo de referencia, deben conjeturar sobre la decisión del juez de la época, enfrentándose con sus propios prejuicios culturales y sociales.
equipo SATCH