Producida y representada por el elenco del Teatro de Ensayo de la Universidad Católica bajo la dirección de Eugenio Dittborn y la autoría de Luis Alberto Heiremans en el libreto y, Carmen Barros en la composición musical; el veintiséis de abril de 1958, en el Teatro Camilo Henríquez, se estrenaba ¡Esta señorita Trini! Una obra de producción y creación nacional, a la que se le ha dado en llamar: “la primera comedia musical chilena”.
La pieza teatral, es una comedia de equivocaciones, de carácter musical, ambientada en el contexto de “los años locos” de nuestra, muy afrancesada y pseudo aristócrata burguesía nacional de inicio del siglo XX.
Tal como refieren los antecedentes históricos, desde sus inicios, el teatro chileno se ha vinculado a temáticas que abordan problemáticas de carácter político y social de una época, las cuales han sido puestas en escena con la intención de que los espectadores vean reflejadas en el escenario, la realidad y la cultura del, o de un país. En esta propuesta escénica no escapa a esa premisa: la historia indaga, con visión crítica, en las costumbres, y el contexto político y cultural de la sociedad y burguesía de comienzos del siglo XX.
Su argumento narra la historia de un matrimonio burgués chileno que quiere obligar a su hija – Trini-, a casarse con un francés. Sin embargo, ella está enamorada de Gérard, sin saber que se trata del mismo hombre que sus padres pretenden imponerle como marido.
El contexto de los aconteceres está ambientado en Santiago de 1912. La puesta en escena de la obra, al ser una comedia de carácter musical, incluyó canciones de los personajes principales, música incidental en vivo y algunas danzas.
Si bien, desde finales del siglo XIX se han presentado diversas manifestaciones de creación de teatro musical nacional, incluidas óperas, zarzuelas, operetas, y comedias musicales con regular éxito, Esta Señorita Trini, a poco andar, se transforma en un éxito de taquilla, lo que puede considerarse como la legitimación en el público del formato, facilitando con ello el camino a otras obras, como lo serían las más exitosas obras de producción nacional de ese género: La Pérgola de las Flores (Alejandro Flores) y, posteriormente, La negra Ester. (Andrés Pérez)
Con el montaje de Esta señorita Trini, el Teatro de Ensayo intentó remedar el espectáculo que ofrecía Broadway en sus teatros de comedia musical, del cual, muy pocos ciudadanos nacionales podían disfrutar y, al cual la mayoría de los chilenos, solo se podía acercar a través de las versiones cinematográficas de estos, que presentaban las salas de cine locales.
Tal como ha sucedido en muchas otras tantas producciones escénicas presentadas pretenciosamente, con un cartel que tal vez no merecían; ciertamente La Señorita Trini se ha transformado tan solo en una anécdota en la Historia del Teatro Nacional.
La publicación de editorial RIL de ¡Esta Señorita Trini!, La primera comedia musical chilena (1958), presenta una sinopsis, el texto o libreto de esta, las partituras musicales y letras de las canciones de la obra, además, de una introducción histórica, que funge como proemio al texto y partituras, donde el editor reseña el momento artístico cultural en el cual surge y se produce la obra y, las vicisitudes y avatares sufridos para lograr su rescate y reconstrucción con un resultado final fuera lo más fidedigno a su texto original.
Esfuerzo investigativo de recopilación de datos y antecedentes que, gracias a la encomiable labor de Julio Garrido Letelier, junto a algunos colaboradores, -incluida la misma Carmen Barros y el músico Pedro Mesías-, se aboca a un proceso de arqueología forense musical con el cual logra reconstruir el texto y la música de esta pieza teatral. Material, sin duda de gran relevancia que, en un esfuerzo por poner en valor esta producción un tanto perdida y olvidada en los escenarios nacionales, se expone en este libro bajo el sello RIL. Merito sin duda, pero, no obstante, aquello, no puedo, eso sí, dejar de mencionar la presencia de sesgos y exclusiones que, desde el rigor de la historiografía teatral, son imperdonables.
La investigación histórica sobre el género y la producción teatral, que precede al texto y música de la obra como prefacio, no da cuenta de el rigor y profundidad investigativa que se quisiera. Entre las observaciones a considerar, cabe hacer presente el menoscabo y desmedro que se hace de la creación y producción teatral anterior a la aparición de los teatros universitarios; desmedrando incluso su condición de profesionales.
A pesar de aquello, debo reconocer que dicho texto aporta interesantes datos que pueden colaborar y ser una positiva contribución a posteriores investigaciones historiográficas teatrales. Además, de facilitar un rico material y documentación que permitirá su puesta en escena dentro de los márgenes de su versión original. En otras palabras, un valioso material con el cual RIL Editores aporta al rescate del patrimonio cultural nacional e incrementa el acervo de su catálogo sobre el teatro nacional.
FICHA TECNICA
Título: ¡Esta señorita Trini! La primera comedia musical chilena, (1958)
Editorial: RIL Editores
ISBN: 978-956-01-0519-6
Autor: Julio Garrido Letelier (editor), Luis Alberto Heiremans (texto) y Carmen Barros (música) Páginas: 218
Daniel Omar Bhega. Crítico y Académico
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