Al seguir con detenimiento el IX festival de egresos EXIT 2018, en el teatro Sidarte, que dicho sea de paso fue un éxito por la positiva respuesta de público, resaltan varios componentes en las nuevas generaciones de actores.
Se seleccionaron siete montajes que se destacaron por sus cuidadas puestas en escena, tanto en escenografía como en vestuario. En el aspecto formal están bien preparados; pero a la vez, queda patente las carencias que arrastran y que se fueron sumando a medida que transcurrió el festival, desnudando las falencias en actuación, voz, movimiento corporal; en canto, dirección, diseño escenográfico integral (sólo es destacable el diseño del “Memorial del Bufón”; diseñada por Laura Gandarillas)
El jurado que dirimió a los ganadores: Moira Miller, Alexandra von Hummel y Javier Ibacache, determinaron que los más destacados en la versión 2018 del Exit son: mejor actriz para: Macarena Barros, de la obra El Balcón, egreso de la Universidad Católica. El mejor actor resultó para: Jonathan Abarca, de la obra A9 de Vuelta a la Calle; egreso de AIEP. Y mejor obra fue premiado el montaje de egreso de la Escuela Teatro Puerto, de Coquimbo; la obra El Olivar, caída y auge del Imperio Diaguita. Escrito y dirigido por Bosco Cayo. Todos los ganadores recibieron como premio una escultura del artista Ulises Soto. Además, los actores galardonados, serán becados por el Instituto ProVoz, para estudios de perfeccionamiento.
A continuación, la reflexión de los siete montajes que se presentaron y el análisis que al equipo de revista satch, le pareció:
La dupla ZÚÑIGA /CASANGA lo hizo de nuevo. Y lo hicieron bien.
El montaje: Si necesitas mi vida para que te demuestre que te amo. Entonces pásenme la guillotina para cortarme mi propia cabeza y después regalártela para que la pongas de adorno en tu pieza al lado de las cenizas de tu abuela. Escrito por Carla Zúñiga y dirigido por Javier Casanga, nos introduce en el mundo de Natacha, mujer de 30 años; que debe lidiar con los imposiciones y prejuicios sociales en contra de su condición. El montaje utiliza residuos en vestuario, maquillaje y gestos extraídos de La Commedia del Arte, agregado a un barroquismo agotador, se obtiene una puesta en escena similar a los anteriores trabajos que acostumbra la compañía La Niña Horrible. Como es un montaje de egreso de la Universidad de Las Américas, el foco debe estar en el elenco, integrado por: Javiera Urbina, Laura Herrera, Erick Molina, Elohim Ramón y Luis Concha; además del equipo técnico. En ese aspecto las actuaciones son algo débiles para las bondades del texto y las exigencias del director. Claro que en este nuevo grupo de actores que se integran al profesionalismo, los referentes los tienen al frente. Pero es un montaje grato de ver y seguir y los actores están a nivel entre ellos.
Para salvar a JESÚS se necesita un milagro
La obra de egreso de la extinta Universidad Arcis, escrita por Virgilio Piñera y dirigida por María Elena Ortega, Jesús; presenta un tema atractivo e interesante pero con soluciones de dirección, actorales, montaje y recursos dramatúrgicos que debilitan y adelgazan el total del montaje visto. En casi dos horas de duración, el primer tercio es engorroso de seguir a los personajes, debido a los referentes que interpretan y su paralelismo con el modelo original en que se apoya la obra. La historia narra la existencia de una peluquera de nombre María Jesús, que es confundida con el hijo de Dios y su segunda venida a la tierra. Rápidamente el rumor se expande por el vecindario y el país, en donde es acosada pidiéndole milagros de toda índole; mientras ella se dedica a desmentir esa verdad instalada. Los aciertos están en la utilización de tres actrices que interpretan a Jesús, en tres momentos diferentes, pero este recurso es desaprovechado por la debilidad de los recursos actorales que debieran poseer las actrices que lo interpretan. Otro acierto es contextualizar la atmósfera con elementos latinoamericanos, como el vestuario, bailes tipo danzón, canciones en español y giros idiomáticos caribeños. Las etapas y situaciones por las qué pasa el Jesús bíblico, están debidamente representadas con éstas incrustaciones para actualizar la narración y hacer la historia más cercana a los códigos contemporáneos.
A-9 DE VUELTA A LA CALLE: Asamblea escolar sinfin
Este es el título de la obra conque se presentó la escuela de teatro AIEP. Fueron 85 minutos de una clase reiterativa y plagada de discursos que no tienen la suficiente fuerza para entusiasmar una próxima revolución pinguina. Es la constatación de los motivos y causas del fracaso de las movilizaciones escolares: nula capacidad de lograr consensos, egoísmos individualistas exacerbados por visiones erradas, ésto y otros argumentos es lo que impide apoyar una causa común en beneficio de la comunidad escolar-país. Una infinidad de discusiones personalistas y superficiales que distorsionan el enfoque, trae como consecuencia agresividad y denostamiento a las características personales. Los fundamentos que dieron nacimiento a las demandas escolares, mutaron en panfletos políticos y guerrilleros que agregan obviedades (confundiendo y enredando todo) en discursos fracasados y carentes de sustento real que enarbolan los movimientos sociales ligados al poder.
Se convirtieron en un remedo de zombies que contaminan con su irrupción el desarrollo de la polis.
Lo pedagógico del discurso monotemático y reiterativo complejiza la recepción en la audiencia, donde se tiende a rechazar las arengas por la agresividad que lleva implícito lo medular del discurso, amén e independiente de lo básico y pedestre del lenguaje conque los dirigentes se dirigen a la audiencia.
MEMORIAL DEL BUFON: La exacerbación del texto.
La verborrea que posee la escritura del autor Juan Radrigán es sólo homologable al telúrico poeta Pablo de Rokha.
Ambos son creadores que les faltan verbos, tiempo y espacios para expresar su fuerza, dolor y energía.
El montaje que realizaron los egresados de la UNIACC, tiene un gran acierto en el diseño escenográfico y vestuario, realizado por Laura Gandarillas, proveyendo al montaje variadas texturas que se entrecruzan con múltiples historias, tanto de los funcionarios a cargo de la oficina, como el público que acude.
Respecto al montaje, el texto supera a los actores, en donde éstos tienen problemas de voz, de gestualidad y de dirección.
El vestuario continua una línea creativa de alto vuelo poético que realza los personajes.
Lo verborreico del discurso sobrepasa la capacidad actoral de los egresados, que enfrentan el desafío de llevarlo a escena en la línea del clown, donde son exacerbados los gestos y los decires; pero que la voz y planta de movimientos no los acompaña.
La dramaturgia de Radrigán sobrepasa la escena,posee tal cantidad de denuncias y quejas a las injusticias y desigualdades que existen en la sociedad actual, que vomita los textos sin un ordenamiento lógico ni sentido dramático. Es expulsar los textos donde los noveles actores resultan sobrepasados.
LE BALCON: un caleidoscopio de perversiones truncadas.
El elenco de egresados de la escuela de teatro de la Universidad Católica, eligieron como montaje de titulación “El Balcón”, de Jean Genet.
Para ello, echaron mano a recursos posmodernos que remite a la cultura pop anglosajona, como cantantes, actrices, e imitando sus movimientos más característicos, han recreado esta obra escrita en el año 1956, donde nos muestran lo que sucede al interior de un prostíbulo o casa de ilusiones, donde se dan cita clientes a realizar sus fantasías o perversiones carnales. A diferencia del texto original, esta versión ha sido blanqueada la galería de personajes para instalarla en el ámbito de la cultura popular y la audiencia los reconozca y se identifique con ellos.
Pero aquí la actuación adquiere una dimensión mimética, notándose la carencia de compromiso y entrega emocional. Tampoco se ha apreciado una huella en la dirección, un sesgo característico que los diferencie e identifique a la vez. Una voz propia.
Respecto a las actuaciones, se aprecia que tan solo se quedaron en la mímesis que les planteaba el referente, con escasa creación de personajes, tan solo aplicando una mecanicidad que los años de estudio entregan. Y como en montajes anteriores de éste mismo festival, el trabajo de voz y dicción es bastante precario.
El OLIVAR: caída y auge del imperio
La obra del autor serenense Bosco Cayo: El Olivar, caída y auge del Imperio diaguita; escenifica los conflictos que vivieron las comunidades indígenas antes de la llegada de los españoles. Y qué sucedió posteriormente. La pieza posee una dramaturgia bien ajustada, donde resaltan las actuaciones al tener como soporte diálogos bien sustentados en dirección y coreografía de movimientos. La dicción de todos los actores es sobresaliente y nítida.
El espacio escénico es un escenario a poca altura que se confeccionó pensando en las diversas utilidades que debía cumplir: rito funerario, lugar para guardar un tesoro, centro de reuniones. En la cosmogonía indígena es el lugar mágico donde sucede lo importante y sagrado. Siendo el origen y el final de todo. El personaje Daniel nos narra la existencia que tenia su abuela diaguita en su relación con la naturaleza y cómo cambió todo con la invasión española. El nieto va y viene del pasado al presente actualizando la historia.
Este egreso resultó ganador al mejor montaje, siendo elegido por segundo año consecutivo con dicha distinción, lo que habla muy bien de la excelente labor académica de la Escuela Teatro Puerto; de Coquimbo.
CARA de FUEGO
La obra escrita por el autor alemán Marius von Mayenburg, el año 1997; habla de una familia disfuncional con todas las tragedias que acosan a la sociedad actual. Se realizó una adaptación al español en el contexto del Chile años ‘90´s; además se integraron textos de El Toro por las Astas, de Juan Radrigán.
Por el texto, además del contexto, la pieza se transforma en un montaje difícil de llevar a escena. Con una dramaturgia fragmentada que salta de personaje en personaje, intercalando escenas reales con otras simbólicas, requiere de mucha fluidez y transición para agilizar la obra; que es de por sí densa y compleja.
La obra requería una escenografía simbólica, influenciada por el expresionismo alemán; cosa que no sucedió y la sostuvieron sobre una escenografía realista que cuesta digerir. Los personajes se presentan en escena desagradables, agresivos; y constantemente traspasando los límites, desafiando el orden y lo establecido como normal.
Entre lo realista del montaje y lo simbólico que tiene el texto, se produce una amalgama escénica agria, cruda, que los actores no lograron solventar por deficiencias de dirección.
Bajo toda circunstancia este festival de egresos es necesario e importante, por la transición que significa subir al escenario siendo alumno y bajarse siendo un profesional.
equipo revista satch.