Una costumbre normalizada en el país, es la relación que se establece con los perros que pueblan las calles de la ciudad y aquella pretensión de humanidad que establecemos con ellos dejando que pululen libremente por las calles y la ocupación de los espacios públicos está normalizado como un hecho histórico. Era cuestión de tiempo que éste quiltro anónimo se tomara la escena, dada la importancia que han adquirido con las nuevas generaciones que prefieren un quiltro como mascota en reemplazo de un hijo. La obra ideada, escrita y llevada a escena para rendir homenaje a la relación y complicidad que los seres humanos han establecido con los perros, con aquellos quiltros que pululan por todo el territorio nacional ya existe y se llama KILTRAS.
Esta obra ideada por las bailarinas Jennifer Alegria y Daniella Soto, integrantes de la compañía de danza JAM tiene el propósito de revisar las transformaciones que ha sufrido nuestro trato con los perrunos.
La reseña nos cuenta que tras la muerte de su “amigue”, las dos protagonistas se comprometen en un viaje lleno de acciones desatadas: y en cantos, varios relatos y algunas danzas, son el reflejo, a la vez que homenaje, del amor que sienten por sus compañeros de vida: los animales.
El formato elegido recuerda a aquella dupla de comediantes españolas Pili y Mili, que en los años ‘60 y ‘70 irrumpieron en el cine con historias de dos chicas revoltosas, donde la energía y el compromiso era lo principal, ya que se motivaban por la liviandad del juego a través de las emociones, las alegrías y el sufrimiento. En la obra KILTRAS, lo importante son los sentimientos que empuja a las protagonistas a honrarles, a celebrar con ferocidad los vínculos afectivos que los humanos establecemos con los perros y el puente para llegar al espectador es una propuesta de stand up dance; formato narrativo nuevo que a través de la danza, el canto, el gesto y acciones performáticas, el espectador es involucrado en la dinámica trepidante que posee la pieza.
En escena, dos chicas locas. Locas a modo de crónica más que a una historia, ya que la característica de este relato es una sucesiva, impresionante y salvaje libertad. El stand up dance es la narrativa que acciona las diferentes secuencias en que se movilizan las emociones que rinden tributo al amor que sienten las protagonistas. Siendo éste un género poco explorado en los escenarios, decir que esta obra está inaugurando el género, no es descabellado. Lo sobresaliente de esta característica es que recoge formatos extraídos de diversos espacios y que anteriormente no se habían utilizado en escena, convergiendo en un montaje híbrido, mezcla de danza y teatro incluyendo acentos del pop contemporáneo, recurriendo al rescate de tradiciones de la cultura popular, como un llanterío destemplado, canciones con influencia de funeral narco; (siendo esta una manifestación líminal que rápidamente se transformó en costumbre traspasada a la cultura popular); chayas para amenizar una colorida lluvia de papel picado. Todos estos adornos y recursos otorgan un sentido comunitario, cómplice y barrial a la puesta en escena.
La compañía de danza JAM trabaja con enfoque en llevar las expresiones artísticas a todos los públicos, donde la expresividad, la fuerza y particularmente la temática de género, son elementos claves en escena. En la formulación general de la idea de esta obra, se toma el tiempo apropiado para conformar una ficción que atraviesa la mayoría de los hogares contemporáneos constituidos por los nuevos jefes que los gobiernan: los perros.
FICHA ARTÍSTICA:
Idea, dirección e interpretación: Jenniffer Alegría y Daniella Soto | Diseño integral: Eduardo Mono Cerón | Composición sonora y producción musical: Simón Flores | Sonido y composición: Octavio O ‘shee | Asesoría Stand Up Comedy y acompañamiento escénico: Yolanda Carmín | Ojo externo y asistencia teatral: Javiera Solano | Composición canción “El ladrido Oficial”: Carolina Holzapfel, Daniella Soto y Jennifer Alegría | Producción ejecutiva: Oliver Estuardo.| Redes sociales: Javiera Solano | Encargada de prensa: Claudia Palominos | Realización de escenografía: Tobías Díaz | Realización de vestuarios: Marcela Muñoz.
Guillermo Pallacán R. Crítico