El humano anhelo de solicitar aumento de sueldo, nunca había tenido tantos caminos a recorrer como en el esquema laboral en la actualidad.
Sufrir en carne propia pero, a la vez, narrar en tercera persona dicho sufrimiento, el cual es la petición de un aumento de salario a su jefe de sección, es el único y principal conflicto que tiene la obra EL AUMENTO, del autor francés Georges Perec. Un detalle relevante de la escritura del autor es la experimentación y la imposición de lo real, de lo cotidiano, antes que su significancia o uso; dándole importancia a la forma o estilo por sobre la trama y el contenido. Por tanto la obra, que es dirigida por Carolina Sagredo (Retablo de Sodomitas) lleva al escenario esta tesis narrativa ilusoria, pero también al instante, propone la antitésis narrativa a esa ilusión, logrando dos resoluciones o caminos a seguir, que el personaje interpretado por el actor José Soza, debe optar por alguno para seguir con la historia, ilusoria también.
La obra es un gran fresco disquisitivo sobre supuestos cotidianos laborales, donde la reiteración de la petición Ad-Infinitum sobrepasa de inseguridades al protagonista, siendo ésta una dualidad característica a lo largo de toda la pieza. Pero también es la modalidad que ha perdurado como significante de las sociedades neo-liberales, donde todo ha quedado sujeto a las condiciones mercantiles y sus leyes reguladoras.
La pieza El Aumento consiste en un extenso monólogo que relata las penurias burocráticas por las que debe pasar un funcionario frente a un jefe de servicio fantasma. Fantasma porque nunca logra encontrarse con él, y ya decidido a pedirle un aumento de sueldo, no logra ubicarlo ni toparse con él. Toda esta narración transcurre durante años, donde quedan a la vista de los hechos, las lógicas implacables del capitalismo, sus cláusulas, desazones y lenguaje: dando como único resultado ser prisionero de un sistema laberíntico, con un dejo kafkiano pero en clave de humor negro. Un sistema engorroso donde no tienen cabida las necesidades de los empleados. Es una maquinaria montada para que solo se dediquen a producir sin alzar la vista, menos la voz. Transformándose en meros entes robotizados para generar la máxima producción al menor costo posible y, que pasen desapercibidos.
El montaje, que tuvo una breve temporada en M100, consta de una serie de aciertos que catapulta al montaje en uno de los más destacados de la temporada 2019: un dispositivo escénico que resuelve asertivamente los desplazamientos que requiere la obra; diseñados por Eduardo Jiménez y Anne Laure Jullian. Breves momentos musicales, de Andrés Núñez, que rodean de una atmósfera enérgica, pero a la vez, robotizan una narración que va enumerando los estados anímicos que experimenta el protagonista.
La aparición del actor José Soza interpretando al funcionario que solicita el aumento, resulta singular su elección al engrandecer el texto, dada la naturalidad y variedad de recursos gestuales y entonaciones vocales que despliega en las casi dos horas de duración que tiene la obra.
Es un actor que blinda al personaje de material orgánico sin recurrir a artificios externos; porque para llevar al espacio escénico el singular texto del autor francés, que filtra de intelectualidad hechos cotidianos, requería de un actor maduro, pero también generoso en desplegar dotes innatas en la superficie del escenario.
FICHA ARTÍSTICA: Actor: José Soza. Dramaturgia: Georges Perec. Dirección: Carolina Sagredo. Diseño integral: Eduardo Jiménez y Anne Laure Jullian. Composición musical: Andrés Núñez. Producción: Hija de Rosa.
Auspicio: Fondart Regional – Fomento de las Artes 2015, proyecto “Puesta en escena de El Aumento de Georges Perec”.