La dramaturga italiana ALINA NARCISO, fundadora y directora de la compañía Métec Alegre, es la principal promotora, directora general y artística de la IX Edición del Festival Internacional de Teatro Femenino: La Escritura de la/s Diferencia/s, que se desarrolla en Cuba; pero que además es un proyecto organizado con Italia. Este evento tiene como eje a las dramaturgas, teatristas y directoras de teatro, que se ha convertido en un espacio que abraza todas las artes. Para ir conociendo este festival, donde nuestro país se ha integrado para ocupar un rol importante; que tiene como coordinadora de la selección de los textos chilenos, a la actriz, dramaturga y directora chilena Lucía Rojas, y cuyo jurado responsable está compuesto por la investigadora en artes escénicas y académica M. Soledad Lagos y la autora y directora Marcela Terra; integrante de la compañía Meridiano70ymedioTeatro; y poseer más detalles del IX Festival Las Escrituras de la/s Diferencia/s; ya que Chile es invitado con un texto inédito, entrevistamos a su fundadora ALINA NARCISO. Estas fueron sus respuestas:
¿Qué es y cómo se estructura el IX Festival Internacional de Teatro Femenino y cómo se gesta el “Concurso de Dramaturgia Femenina”.
El Festival y el concurso forman parte del mismo evento. El concurso da inicio a todo el proceso y está destinado a seleccionar los textos dramáticos que luego vienen entregados a compañías teatrales profesionales para que sean montados y representados durante el Festival que concluye el evento.
Este mecanismo ha salido de unas reflexiones que intento sintetizar:
- En las condiciones actuales, las dramaturgas de “renombre” son muy pocas. Esas pocas han conseguido evidentemente “romper” el “techo de cristal” y no necesitan “apoyo” para visibilizar el propio trabajo.
- Hay una producción de dramaturgia (no sólo femenina, pero nosotras nos ocupamos sólo de la femenina) sumergida que hay que visibilizar.
- La dramaturgia es un arte que comparte dos “campos”, la escritura y el teatro: si las dramaturgas no tienen la posibilidad de ver sus obras en la escena, montadas, pierden parte del sentido de su trabajo y la posibilidad de “crecer” artísticamente. Es por eso que el concurso da como premio la puesta en escena.
- La Escritura de la/s Diferencia/s es uno de los pocos festivales que tiene un proceso de selección de los proyectos muy transparente, es decir mediante un concurso al que puede participar cualquiera, sea famoso o no, tenga vínculos o no, tenga apoyos o no! La única condición requerida es que sean profesionales.
- El concurso no es para principiantes: hay muchas actividades para principiantes pero, generalmente, las dificultades se presentan después de la primera puesta, que con mucho trabajo y mucho entusiasmo, por lo general, se consigue realizar. Pero es después cuando las teatristas, en su carrera artística, “tropiezan” con budget de producción más bajos que los hombres, menos atención de parte de la crítica y la prensa, falta de espacios y recursos.
¿Qué persigue “La Escritura de las Diferencias”?
Pretende visibilizar el quehacer artístico de las mujeres teatristas. A su comienzo La Escritura de la/s Diferencia/s nació como concurso de dramaturgia femenina a partir de la sencilla observación empírica mediante la cual resulta evidente que las carteleras de los teatros presentan, por lo general, un porcentaje muy bajo de espectáculos montados a partir de obras escritas por mujeres, se hable de dramaturgia contemporánea o de clásicos. A lo largo de los veinte años pasado desde su comienzo, nos hemos dado cuenta que no solo la presencia de obras escritas por mujeres es muy escasa en las carteleras oficiales, sino que pasa lo mismo con la dirección de montajes, la dirección de eventos y festivales, la presencia de mujeres en los consejos de administración de los teatros etc. Además, estamos convencidas que la falta de espacios, visibilidad y recursos de que sufre la producción artística femenina no es “inocente”, es creada por los mecanismos de producción cultural y es funcional a la construcción de “discursos hegemónicos”. Es muy raro pero, con respecto a la igualdad de género, el teatro es uno de los sectores de la sociedad que más atrás se ha quedado. Hecho que debería obligar a todos los teatristas a reflexionar sobre el papel del teatro hoy en día. La imagen que se me ocurre es la de una “ballena encallada”, un gran “cuerpo” que se ha quedado atrapado en mecanismos viejos que no consigue cambiar. De ahí la necesidad de incentivar el teatro femenino, divulgar creaciones que muy difícilmente llegan a representarse en los principales circuitos críticos y de difusión, y de estimular la creación de redes colaborativas creando una Red Internacional de Mujeres Teatristas, para facilitar el intercambio profesional. De hecho, el proyecto tiene más que ver con una búsqueda de igualdad de oportunidades y de “espacios”, que con una plataforma teórica sobre el “género”. En conclusión, se trata de un evento que aboga por que el teatro realizado por las mujeres, en su sentido más amplio, tome fuerza y protagonismo y por que ¡la ballena finalmente salga de su estancamiento!
Para ir conociendo los alcances y finalidades del IX Festival Internacional de Teatro Femenino: ¿en qué consiste este festival femenino, a diferencia de otros festivales y/o encuentros enfocados en la escritura femenina?
Por lo que me consta, no hay tantos eventos internacionales dedicados al teatro femenino. Se me ocurre el Women Playwrights International (WPI), que pero se ocupa solo de dramaturgia y tiene una forma de participación por inscripción con pago y el Magadalena Sin Fronteras que es sobre todo un encuentro de teatristas que comparten la misma estética. En cambio, La Escritura de La/s Diferencia/s, ha ido creciendo, sumando autoras, directoras, mujeres de teatro, convirtiéndose en un Festival, no sólo de dramaturgia, sino de dirección femenina y en el “núcleo” de una amplia Red Internacional de Mujeres del Ámbito Teatral con el fin de visibilizar el trabajo de las mujeres en el teatro, crear intercambios que puedan ayudar a nivel laboral y al mismo tiempo producir reflexiones. Es muy importante subrayar que el espíritu del Festival es crear un movimiento colectivo integrado por todas las coordinadoras, las ganadoras nacionales, las directoras y las mujeres teatristas que quieran empeñarse en la tarea de visibilizar el trabajo de las mujeres en el teatro y crear una comunidad de artistas capaz de realizar estructuras de colaboración entre ellas, no sólo al fin de promover el trabajo de cada una, sino también de construir verdaderos intercambios artísticos e intelectuales. Nuestro festival se diferencia, además, por tener una forma de participación muy abierta y “transparente”: el concurso, como se decía antes, y nuestro método para entrelazar relaciones con los distintos países que ha sido siempre lo de crear y establecer colaboraciones laborales con una (o más) mujeres representativas del país, empeñadas en la temática de género e interesadas en la labor de la producción artística femenina en el campo del teatro. Si bien hay un centro organizador: nuestro propósito es inclusivo y nuestra organización es horizontal.
¿Cuáles serían los componentes diferenciadores que aportan a las artes escénicas, la escritura de mujeres y, ese aporte se ha visto reflejado en este concurso de dramaturgia femenina?
A lo largo de los años, cada vez que me he encontrado en la situación de hablar de La Escritura de La/s Diferencia/s, antes o después, siempre han surgido las mismas preguntas: ¿Existe una dramaturgia femenina?, ¿cómo se define?, ¿se caracteriza por tratar temas específicos?, no es fácil responder alguna de estas preguntas, pero lo voy a intentar. Ya he dicho que el evento nació de la escasez de la presencia femenina en las carteleras oficiales, partiendo de esta premisa está claro que haya, o no, una escritura que se pueda definir femenina, lo que seguramente hay es una cultura “oficial” que deja a las mujeres (a las que escriben y a las que dirigen) en una situación de silencio e invisibilidad. La dramaturgia femenina existe por sí misma en tanto haya mujeres dramaturgas. La Escritura de La/s Diferencia/s, desde su origen, ha sido además partidaria de que la dramaturgia de las mujeres no se caracteriza y no debe caracterizarse por tratar los supuestos “temas femeninos”; estamos convencidas que las mujeres tienen el derecho de escribir todo lo que sientan la necesidad. De hecho, después de casi veinte años y ocho ediciones del concurso (estamos hablando de alrededor de 600 obras leídas), puedo afirmar con cierta seguridad que las mujeres teatristas escriben acerca de todo, y repensando, a grandes rasgos, en a los temas tratados, resulta evidente que abarcan un abanico muy amplio y completamente dentro de las mayores tendencias del teatro contemporáneo. En fin, lo que puedo afirmar es algo que puede resultar muy obvio, pero que al parecer, hace falta repetir: cada autora escribe desde lo que es, piensa y siente, desde su contexto cultural, social, familiar, la dramaturgia femenina resulta ser algo muy relacionado con la contemporaneidad, si bien el hecho de que quien escribe es una mujer no es de secundaria importancia, porque las mujeres en este mundo compartimos muchas cosas, no solamente nuestra condición física, sino también las injusticias que en el mundo se cometen contra nosotras. En cuanto al tema del género, es cierto que cuando me pongo a leer una obra me doy cuenta enseguida si está escrita por una mujer. Esa “especificidad” pero resulta muy difícil de describir. Por lo que he podido constatar a lo largo de tantas obras leídas, las mujeres tienen una manera diferente de abordar lo “universal”, buscan menos conformarse con lo que está definido como lo “contemporáneo internacional”, están menos pendientes de las supuestas corrientes hegemónicas de la cultura contemporánea y de las leyes del “mercado artístico”; la relación con su cultura de origen resulta ser más fuerte, como también el interés por las culturas populares. Quizás esto pueda parecer poco, pero en un tiempo donde el pensamiento dominante y hegemónico nos ofrece una sola y única imagen del mundo, esta circulación de ideas e informaciones representa una forma de resistencia de un pensamiento “diferente”, que sigue buscando salidas con respecto a un “liberalismo salvaje” en el cual solo está previsto que se oiga la voz del “más fuerte. Quizás sus escrituras pueden resultar a veces menos novedosas o menos atrevidas, pero seguramente resultan muy comprometidas en encontrar la manera de dialogar con este tiempo nuestro tan complejo, donde tantas mujeres-artistas siguen enfrentándose cada día con la misma dureza cotidiana de su condición de mujer en un mundo donde todavía “femenino” es sinónimo de “algo de importancia secundaria” o, por el contrario, de “riesgo”, sin por eso dejar de buscar nuevas escrituras en un diálogo constante con el universo contradictorio del aquí y el ahora. Los textos de La Escritura de La/s Diferencia/s hablan de “un espacio de libertad”, del valor de la expresión femenina, del teatro que cada una de nosotras hace y de las circunstancias en las cuales lo realizamos, reafirmando nuestro compromiso con una escritura que hable desde nuestro tiempo.
En el marco de este festival y escrituras de las diferencias: ¿cómo este evento ha contribuido a empoderar a las mujeres el atreverse a mostrar sus mundos ficcionales?
A esa pregunta es muy difícil contestar con datos ciertos, porque la relación con las ganadoras no siempre sigue en el tiempo. Puedo contestar pensando en algunas dramaturgas con la que sigo en contacto, pienso en Agnieska Hernández Díaz que ganó la edición de 2011, siendo todavía una autora joven y en sus primeros pasos, que ahora es una dramaturga reconocida en Cuba, o pienso en Jorgelina Cerritos, de El Salvador, que, al contrario, cuando ganó nuestro concurso ya tenía su renombre por haber ganado el premio Casa de las Américas, que, la puesta en escena presentada en Nápoles, la dio a conocer en Italia, donde, después, las universidades de Milán y de Calabria le dedicaron unos estudios. Me parece que estos dos casos sean un ejemplo de como La Escritura de la/s Diferencia/s haya dado un pequeño aporte al avance de la carrera artística de dos dramaturgas. Pienso en todas las teatristas que a lo largo de los años han quedado conectadas con el evento, desarrollando el papel de coordinadoras nacionales, y me parece que con ellas se ha ido creando poco a poco una comunidad, que si bien no da “poder”, en el sentido más estricto, crea fuerza, apoyo, visibilidad. De todas formas, de una cosa estoy segura, ganar un premio internacional, quizás no da un “resultado” inmediato, pero seguramente da, a nivel personal y psicológico, la fuerza de seguir luchando para defender el espacio propio de creación artística.
¿Conoce algo del teatro chileno realizado con mirada femenina? Y, ¿Cuáles son las expectativas depositadas en las creadoras chilenas?
Lamentablemente conozco muy poco del teatro chileno, pero tengo noticia que hay una dramaturgia muy fuerte y sé que el movimiento feminista en Chile está alcanzando una grande presencia. Por eso las expectativas son grandes.
¿Qué requisitos ha reunido Chile para entrar a formar parte del Festival?
Todos los países para participar necesitan tener una coordinadora nacional que organice el concurso en su nación y que mantenga con el Comité de organización una relación muy estrecha para garantizar la participación al festival. Chile debe al empeño y a la generosidad de Lucía Rojas Maldonado su participación. Lucía se puso en contacto con nosotras ya en el 2017, en ocasión de la salida de la convocatoria de la pasada edición. En aquel momento no daba tiempo para organizar la participación de Chile al concurso, por lo tanto decidimos que Lucía participara, representando su país, al festival en La Habana para empezar a crear el vinculo. De allí empezó su empeño y trabajo que ha permitido la participación de Chile a la edición corriente. Por lo general La Escritura de la/s Diferencia/s debe muchísimo a todas estas mujeres de teatro que muy generosamente ponen su empeño y su energía para permitir la participación de su país. Sin la generosidad de ellas, La Escritura de La/s Diferencia/s sería un festival como los otros.
Desde el lugar que usted ocupa, dirigiendo y coordinando el Festival Internacional de Teatro Femenino: ¿Cómo visualiza la crisis de Latinoamérica y de qué manera las artes escénicas deberían abordarla, o cree usted que ya la han abordado?
Los acontecimientos de Chile, y no solo de Chile, sino de Ecuador, Bolivia etc. coincidieron con el momento en que estábamos elaborando la convocatoria del concurso, que además funciona como plataforma del festival; el impacto de aquel que estaba sucediendo fue tan fuerte que por primera vez, desde nuestro comienzo, decidimos darnos un lema “Resistencia Cultural” . Como se lee en la portada de la convocatoria, “Esta declaración es consecuente con nuestro propósito de habitar este espacio como un territorio que permita la transformación, el redescubrimiento de todas las identidades y realidades que posibilitan otras maneras de hacer y crear, de producir saberes y reflexiones colectivas a través del arte, para conservar nuestra presencia, nuestra cultura, nuestra vida misma”.
En este 2020 el mundo está corriendo en miles de direcciones, los acontecimientos son muchos y a diario hay algo que nos “alarma”, pero creo que todas compartimos un pensamiento, somos conscientes que el momento histórico actual es muy difícil para las artes y en general para toda la vida y es necesario luchar mucho para no perder lo que se ganó, lo que ya consideramos un derecho adquirido. Las fuerzas que se están enfrentando son muy poderosas, algunas empujan para una vuelta atrás. Se me ocurre una “imagen” de los Ching, “Los dragones luchan fuera de las paredes. Su sangre es negra y amarilla.” El dragón, el símbolo del cielo, interviene y lucha contra el falso dragón. Hay que mantenerse firmes, resistir, trazar, juntas (y juntos), estrategias para combatir el “falso dragón”.
¿Las voces femeninas que han integrado el festival, son muy diferentes en formatos escénicos y en contenidos de un continente a otro y, además del ente integrador femenino, que otra cualidad considera que las unifica?
Cada país tiene su características culturales y teatrales muy específicas, por eso el evento lleva una “/s” en el título, porque pretende dar visibilidad no sólo a la diferencia de género, sino étnicas y culturales también. No sé como decirlo bien, pero las diferencias, que sean de género o culturales, no es algo que se ve a primera mirada, son matices, miradas, puntos de vista diferentes que enriquecen y dan a cada trabajo su especificidad y originalidad. Esa voluntad de crear un espacio abierto, respetuoso de las “especificidades” culturales y étnicas, creo, es la otra cualidad que nos unifica. No siempre es fácil porque requiere una disponibilidad a poner en discusión los “paradigmas culturales” que nos permean, que lo queramos o no y de los cuales no siempre somos conscientes. A veces se puede correr el riesgo que esa “desigualdad” pueda resultar ser una debilidad del festival. Pero encontrar el justo equilibrio entre la necesaria atención a la calidad y el riesgo de juzgar como “falta de calidad” una “especificad” de un trabajo porque no es conforme al paradigma “internacional”, no es fácil. Es necesaria una elaboración colectiva y este esfuerzo para “pensar diferente” es algo que, si bien a la distancia, todas nos esforzamos hacer.
¿En qué mes y en qué país se realiza el IX Festival Internacional de Teatro Femenino?
Del 18 al 22 de mayo de 2022, en Santiago de Cuba.