Este libro es un extraordinario ejercicio de filología forense para demostrar con sólidos argumentos, referido a la guerra de Arauco en clave alegórica; que ha sido equivocadamente adjudicado a Lope de Vega. Editorial Universitaria acaba de poner a disposición de los anaqueles de librerías, bibliotecas y lectores nacionales, un atractivo e interesante libro. Se trata del “Auto Sacramental La Araucana de Andrés de Claramonte“. Un texto que recopila el proceso investigativo sobre esta obra de la dramaturgia medioeval, del académico e investigador Rodrigo Faúndez Carreño. Obra literaria que se presenta como el volumen tres de la Colección Letras de Chile que ha venido publicando Editorial Universitaria.
“Letras de Chile” es una colección de textos coloniales indianos escritos por autores nacidos en el territorio, que vivieron en el país o bien tienen como tema central el Reino de Chile. Esta creciente colección es un proyecto editorial que se está desarrollando bajo el alero del Instituto de Literatura de la Universidad de los Andes. Propuesta editorial que, a sus títulos publicados, pronto sumará otros incrementando así el catálogo de publicaciones indianas iberoamericanas de Editorial Universitaria. Una depurada colección que estará conformada por una no menos diversa muestra de géneros y contenidos tales como: epistolarios, mapas, tratados e incluso obras teatrales como la que nos convoca aquí.
La presente entrega, un texto característico de la dramaturgia del Siglo de Oro Español, ya desde su portada suscita el interés del lector avisado, puesto que en su título pone: “Auto Sacramental La Araucana de Andrés de Claramonte”. Título que además de dar cuenta del carácter de su contenido, nos presenta un novedoso acontecimiento al proponer el siguiente debate: ¿Acaso no dábamos por sentado que el autosacramental “La Araucana”, era una de las tantas obras teatrales del fecundo Fenix de los Ingenios? ¿Acaso ésta, por siglos, no se nos ha venido presentando cómo una pieza nacida de la pluma de Don Lope Felix de Vega Carpio, el que conocemos como, tal vez, el más importante y prolífico poeta y dramaturgo del Siglo de Oro español?
A eso apunta esta publicación, a dar cuenta de ese debate. En las páginas de esta publicación se recoge la investigación desarrollada por Rodrigo Faúndez Carreño. Aquí nos expone junto al texto manuscrito del autosacramental La Araucana, los resultados de su consistente trabajo de filología forense. Investigación que con sólidos argumentos y irredargüibles razones, permite despejar dudas sobre esa controversia y esclarecer dicho entuerto y superar esta malhadada confusión, reivindicando la legitima y propia autoría de don Andrés de Claramonte sobre este inusitado y atractivo auto sacramental áurico.
Un Auto Sacramental es una obra teatral corta, de un solo acto en verso, con personajes alegóricos y de temas religiosos como la Eucaristía, la Redención de Cristo, la Vida de la Virgen; que se acostumbraban a representar en celebración de alguna festividad religiosa en plazas públicas o iglesias. En los autosacramentales se escenificaban -con un mínimo de decorado, como era la usanza del teatro medieval-, hechos y sucesos que permitieran exponer, en forma fácil y sencilla, conceptos y principios propios y necesarios a la catequesis de la iglesia católica entre los siglos XVI y XVIII,
En su discurso, en su estructura narrativa literaria fusionaba – la más de las veces indiscriminadamente-, lo real, lo simbólico y lo imaginario. Una buena muestra de ello es precisamente el autosacramental La Araucana, que probablemente apuntaba a la construcción de un discurso evangelizador que permitiera demostrar que Cristo podía estar en cualquier individuo, incluso hacerse presente entre infieles como los indios americanos.
Tal como planteáramos más arriba, hasta hoy La Araucana se había conocido como una obra de Lope de Vega, solo a partir de estudios recientes esta autoría ha sido puesta en duda y cuestionada por estudiosos y teóricos de la literatura áurea. Gracias a los estudio métricos de teatro de Andrés de Claramonte realizado por una importante cantidad de investigadores literarios, hoy se dispone de una visión de conjunto sobre los tipos de versificación empleados por este dramaturgo, los cuales han sido fundamentales para la reivindicación de su autoría.
Rodrigo Faúndez es un estudioso investigador de la Literatura y Dramaturgia medioeval, no solo sospecha y arremete con una investigación que lleve a dilucidar este brete autoral, sino que también, en su proceso investigativo, revisa gran parte de la literatura áurea que remite al Auto y a América como tema narrativo. Faúndez, metodológicamente como se evidencia en el texto, logra clasificar, ordenar y demostrar que: “la organización métrica, la versificación estrictamente del auto La Araucana, se vincula con la obra del tercer periodo de Andrés de Claramonte”. Comprueba el error sostenido durante siglos en relación a la autoría de la obra y corrige y enmienda malas lecturas presentes en algunas ediciones del texto y una que otra interpretación confusa de las grafías del manuscrito.
Como dijimos, el auto sacramental fue un formato literario desarrollado en España y sus colonias, durante el periodo conocido como Baja Edad Media o Periodo Medioeval Tardío. Andrés de Claramonte, contesta con los edictos del Concilio de Trento para los efectos evangelizadores vigente en la época, no fue ajeno a este uso y, tal como otros tantos autores teatrales del siglo XVI y XVII, con esta obra se propuso colaborar, desde un punto de vista teológico, alegórico y a través del teatro, con las necesidades del proceso de evangelización del reino español y sus colonias.
En esta obra, el caudillo araucano Caupolicán, se presenta como figura o tipo de Cristo; quien, al tiempo que lucha por la libertad del pueblo araucano, es trasunto de la redención de todo el género humano. Este auto ha provocado la cierta atención de la crítica, por la relación que guarda con la comedia de “Arauco Domado” de Lope de Vega; pero, fundamentalmente, por lo novedoso que supone la visión del indígena americano como un ser capaz de simbolizar en una figura alegórica al propio Hijo de Dios hecho hombre. Ello, también, allega y da luces al entendimiento de la Controversia de Fray Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda y, abre un debate que permite entender “Lo Mapuche”, en tanto y en cuanto, discurso fragmentario de un imaginario abierto y en constante construcción.
Está confrontación de antecedentes y testimonios presentes en el texto, son los que facultan a Rodrigo Faúndez para asegurar la tesis de potestad sobre este Auto como propone en la portada de este volumen. Faúndez, en el trabajo investigativo que se publica en este libro, reivindica la real autoría del texto teatral a Andrés de Claramonte. Pero no se queda solo en el análisis métrico filológico, sino que entrega antecedentes que permiten ver como en esta pieza teatral se aborda en clave alegórica la materia de la guerra de Arauco y, además, arremete con las referencias teológicas presentes en este auto. Referencias que son imprescindibles para entender el carácter del discurso escénico de la pieza teatral y su puesta en escena.
En suma, el texto “Auto Sacramental La Araucana de Andrés de Claramonte”, publicado por Universitaria, viene a constituirse en un valiosísimo aporte a la siempre escasa publicación nacional de textos críticos sobre obras literarias. Acervo mucho más menguado aún, si nos remitimos a aquella que refiere al corpus de obras que conforman las letras iberoamericanas medievales.
Rodrigo, además de entregarnos un texto de carácter teatral imprescindible para la compresión de la representación literaria del mundo indígena del siglo de oro; en este libro, también nos provee una profusa e imprescindible compilación bibliografía, esencial en cualquier trabajo investigativo que remita a la literatura del Siglo de Oro español y la literatura iberoamericana de los siglos XVI y XVII. En otras palabras, un enjundioso contenido que valora cualquier investigador acucioso.
Por último, es de suyo necesario reconocer que este relevante contenido artístico cultural, no hubiera sido posible si es que la Universidad de Andes no acomete la hidalga misión de crear esta colección de escritos coloniales de autores que nacieron, vinieron o remiten, como tema central de sus obras, a Chile. De igual manera, es necesario recalcar el hecho que la publicación de textos e ediciones críticas no es costumbre ni común en el mundo editorial nacional, por ello se agradece a Editorial Universitaria por fomentar arte de la edición de textos críticos al acoger y publicar este ensayo.
Daniel Omar Bhega. Académico.