La obra “CASTING actrices secundarias”, con dramaturgia y dirección de Mateo Iribarren fue escrito en base a vivencias y experiencias que el elenco de actrices le traspasó al actor y guionista, denuncia las complejidades, agudeza, crudeza y el humor descalificador, que experimentan las actrices y actores que se someten a los diferentes castings donde son seleccionados para diversos proyectos artísticos en gestación.
En escena vemos a cinco actrices que han sido citadas a un casting dónde van a seleccionar solo dos. Las informaciones que les entregan del proyecto son mínimas, situación que las hace suponer diferentes características al tipo de proyecto: película, serie, televisión, teatro; y en base a eso es el tipo de improvisación que realizan. El proceso de someterse a un casting es brutal; enfrentarse a un jurado que va a decidir la obtención de un trabajo, es la instancia adecuada para hacer aflorar la crueldad y maledicencia humana. La competencia desatada para ser elegida para un rol, ha dado pábulo a infinidad de producciones dónde la maldad es el principal convidado de piedra. Una de las películas mas recordadas es “A Chorus Line”, (1985. Richard Attenbourough) dónde se ve el descarnado casting a un grupo de bailarines para un musical. Cada casting es un mundo en sí. Las conclusiones que obtengas de ahí siempre son posteriores, pero también son caldo de cultivo para tratarlos como ganado, como aseveró el director de cine Alfred Hitchock. Son los últimos de la fila, los huesos del glamour, son la otra cara en las premiaciones, es lo que dice el periodista y actor español Conrado Granado Vecino, en su libro Carne de Casting, la vida de los otros actores (Caligrama. Julio 2017); dónde narra la invisibilización que cargan y deben soportar los actores figurantes.
El tema, encargado por las propias actrices basada en sus experiencias, les rondaba hacia bastante tiempo dado que todas ellas han sido actrices secundarias en producciones televisivas y obras teatrales, fluye con total naturalidad y verosimilitud en cada personaje; porque al juntarse y dar nacimiento a la compañía Plan Cuadrante, quisieron dejar constancia de aquella realidad y gritar a cinco voces, el abuso y maltrato a la dignidad profesional y la chismería que circula alrededor de éste mundo.
La opción de tener un vestuario y color específico de la presentación de cada una, es un orden que las identifica rápidamente y las determina en su desarrollo narrativo: el color y capucha gris que lleva Ana María Cárdenas la impulsa a desplegar un abanico de reacciones y emociones que atrae como tal y consigue que su rol se sostenga y perdure. El color rojo que estiliza la figura de Mónica Illanes la transforma en un interesante personaje que atrae por las precisas acotaciones que le imprime a su creación. En suma, las cinco actrices en escena están impecables con sus personajes, obteniendo una naturalidad que las acerca al cotidiano, rompiendo la distancia entre espectadores y escenario. Dónde se produce un decaimiento es en lo prometido al inicio cuando la narradora y persona que las citó al casting, anuncia que el público presente va a dirimir finalmente quienes son las elegidas y aquello no sucede, porque no se generó el mecanismo para concretar la votación, siendo su personaje una excusa entre las distintas aspirantes para provocar la acción y el enfrentamiento; además de congraciarse ante ella, resultando un elemento articulador de las diferencias y conflictos, pero que no concluye ni resuelve lo anunciado al inicio. Por lo tanto, las actuaciones poseen todas un nivel de credibilidad, naturalidad y sutileza que sorprende por su entrega y generosidad hacia el relato en concomitancia con los demás personajes, logrando un fiato que hace que la historia obtenga una musicalización dónde todas las voces y notas se destacan en un montaje hipnotizador, al escenificar una realidad existente en el medio donde muchas veces ignoramos. Esta naturalidad que poseen los diálogos y la fluidez con que transcurre el instante que estamos observando, nos traslada en ese espacio el cual fue descrito como un campo de lucha dónde florecen los anhelos de cada una y la realidad que se devela, quedando los valores éticos extintos, valores centrados en las apariencias que, en el caso de éstos personajes, naufragan y sucumben en la guerra que libran para ser elegida en aquel rol que las sacará de su lugar anónimo y secundario.
FICHA TÉCNICA
Obra: CASTING actrices secundarias
Director: Mateo Iribarren
Dramaturgo: Mateo Iribarren, según idea y vivencias de elenco.
Elenco: Viviana Plaggés; Margarita Llanos; Ana María Cárdenas; Jacqueline Adrian; Mónica Illanes; María Angélica Luzzi.
Música: Pablo Menéndez.
Guillermo Pallacán R. editor