La propuesta de la obra PLAZER, definida como “danza contemporánea”, nos invita a un viaje para trasladarnos al imaginario PLAZER con todas sus letras; y que está con funciones presenciales hasta el 19 de noviembre, en la sala B1, del edificio GAM
Con una idea original de la directora Rocío Argandoña Torres, donde utiliza la deconstrucción gramática de la palabra placer, inicia de forma innovadora abarcando la total expresividad del cuerpo de los intérpretes, para potenciar y profundizar las posibilidades que brinda este concepto.
Me atreví a poner entre comillas la frase danza contemporánea, dado que este espectáculo artístico PLAZER, es más que danza. No porque la danza en sí misma no bastara para calificar lo visto en la función de la sala del GAM; o porque no haya estado presente. Más bien, porque lo entregado en esta propuesta es transversal a los sentidos e incluye, a mi juicio, las otras artes escénicas que complementan este arte.
Al recordar la puesta en escena de Plazer, no puedo evitar el surgimiento de las siguientes preguntas: ¿El placer, es para todos? ¿A todos nos causarán placer, estímulos similares? ¿Cómo el placer puede ser un acto disidente en sí mismo?
Quizás, las respuestas son simples o muy profundas y extensas, lo cierto es que en el silencio e intimidad de cada uno de nosotros, percibimos de modo particular y único el mismo espectáculo.
Agradecida desde ya por la accesibilidad para todo tipo de público y cuándo hablamos de todo, es todo. Aquí es un instante importante en el que me quiero detener para la siguiente reflexión.Tuve la fortuna (ahora lo veo así) de no alcanzar a llegar al estreno, esto me permitió participar de la función distendida al día siguiente, con ella decantar la velocidad de la calle y acceder hasta el mismo escenario.
Pocas veces, cuando somos espectadores, podemos percibir el escenario desde adentro, con su elementos, texturas y colores, aromas y sonidos. En esta ocasión, inclusive, tuve la oportunidad de interactuar con los bailarines. Nos dieron desde el inicio, la posibilidad de percibir con todos los sentidos, el pre-espectáculo, empaparnos desde ya con esta aventura de un singular y verdadero Plazer. Si no puedes ver, puedes tocar, o escuchar. Es un Plazer que tengan esa preocupación y atención para con los espectadores y, por supuesto con la época que vivimos, la tecnología al servicio de transmitir cada suceso.
Cinco bailarines, abrieron paso a este abanico de posibilidades de interpretación. Cada uno con un sello particular, pasamos de la ternura a la risa, de la suavidad a la fuerza. Esa versatilidad de tránsitos orgánicos, reales y danzados, hablados y jugados, ayudan a ampliar la mirada de la danza como técnica única. Ya no vemos frases aprendidas de academia y coreografiadas, si no que trasciende al goce de mirar, escuchar la organicidad de los cuerpos danzantes. De todos los tipos de cuerpos y formas que fluyen, sienten y expresan desde la punta de los pies, hasta los cabellos.
Siempre apoyados por la intérprete de lengua de señas, acompañado de una pantalla descriptiva e instrumentos de audio especiales para la diversa audiencia presente; calza el todo muy preciso apoyando y brindando otra textura de apreciar y disfrutar un espectáculo.
Podría describir, sin contar más de la cuenta, que es un espectáculo emocionante y vibrante, que rompe con las convenciones de las formas y fondos. Podría decir que nos lleva a la curiosidad de preguntarnos qué piensa y cómo piensa el otro, a proponer ideas de nuevos placeres y sobre todo nos invita a disfrutar y disfrutarnos.
Pasamos desde el ritmo suave y ondulado, hasta los estacatos y estertores de los cuerpos rítmicos y terrenales, todos con su cadencia personal, a ratos unísonos de tríos y dúos y sobre todo el bello tacto sutil de la caricia.
El elenco del Colectivo en Puja está conformado por Carmen Aros Ramírez, Marcela Cerda Aguirre, Consuelo Cerda Monje, Diego Ramos Medina, Javier Muñoz Máximo (Intérprete en lengua de señas) Macarena Nieto Ramírez y la dirección enfocada en potenciar lo esencial y virtuoso de cada participante, ampliando la mirada que sale de la pirueta tradicional y encajando los elementos creativos, los dones y las potencialidades de los cuerpos al servicio de la presentación.
La escenografía nos incita a tocar y deslizarnos por sus colores y formas, con renovados placeres que se suman a la puesta en escena de la bella y necesaria danza del Plazer.
FICHA TÉCNICA: Idea original y dirección: Rocío Argandoña | Intérpretes: Carmen Aros, Marcela Cerda, Consuelo Cerda, Diego Ramos, Javier Muñoz | Intérprete lengua de señas: Macarena Nieto. Centro Cultural GAM. Sala B1 personas en situación de discapacidad. Sala B1 (edificio B, segundo piso)
Tener el gustó de leer estas lineas a sido un plazer.
Thanks you Mané Rios 🙂