¿Han sentido que el tiempo pasa volando? Si no es el caso; la obra Rosita Serrano: auge y caída de un Ruiseñor, con estreno y funciones en GAM, es una buena oportunidad para sumergirse en un mar de emociones y velocidades. En aproximadamente 90 minutos, y sin expectativas previas acerca de la forma, me entregué a la experiencia escénica, con sólo la reseña como referencia.
La reseña nos indica que esta es la es la increíble historia del auge y caída de una de las voces más bellas y menos recordadas que ha tenido Chile. Una obra de teatro épico-documental basada en hechos reales y ficcionada sobre su periodo alemán, que pone en valor a una gran cantante, al mismo tiempo que reflexiona sobre el rol del artista en contextos totalitarios.
En un escenario limpio y preciso en sus elementos desde el inicio, podemos adentrarnos en planos, perspectiva y ambiente propuesto para comenzar, que nos trasladan al contexto esperado con simpleza a una Alemania de los años 30 y alrededores y toda la vorágine de la guerra fría.
Es complejo escoger a qué elemento referirme en primer lugar, así es que comenzaremos a ordenar las ideas.
Sin duda la sonrisa y la búsqueda de la entrega de producto tamizado por los códigos del espectáculo, tal como vivió la referente; es un elemento que acompaña a esta función. La mirada desde la comedia y el humor, hacen que el dinamismo sea parte de la misma. Una interpretación, muy cohesionada con los hechos que se han divulgado del personaje, genera acciones bien ejecutadas, que resuenan en los espectadores. Comprendemos rápidamente lo que nos quieren proponer y jugamos en conjunto a conocer a Rosita Serrano.
Un grupo acotado de actores del Colectivo MakinaDos (que resalta por sus trabajos sobre la memoria en personajes relevantes de la historia chilena) y que complementado con la gran interpretación vocal de Silvanna Gajardo, nos hace volar a través de su talento innegable y excelente personificación de “La Chilenita”: personaje mítico que aún resuena en estos tiempos.
Desde lo actoral a lo vocal, pasando por su corporalidad y emoción proyectada. Por más que busco, no encuentro más que elogios hacia la actriz principal.
Bello tránsito por la vida de la diva Rosita Serrano, nos muestra la personalidad mutable en años, vivencias y en formas, que hacen más precioso el trabajo de Silvanna, siempre estimulado y complementado por sus compañeros.
El elenco que la sustenta, camaleónico y veloz, nos envuelve con un sin número de personajes, todos adaptados al contexto. Se agradece la versatilidad de cada uno de ellos y sobre todo la energía y presencia en el escenario. Actores al servicio del montaje.
La musicalización completa la emoción, dicen. De la mano de Orlando Alfaro, se proyectan temas enérgicos y conmovedores, cada uno en su justa medida y como un elemento que sin duda suma valor.
El cuidado y atractivo que presentan los vestuarios, redondea el panorama para recibir a vista veloz, temperaturas que sólo podemos imaginar a través del color. Emociones que se trasladan a la tela y sus texturas, nos llevan a completar incluso el carácter de cada personaje. Impecable y esencial complemento.
Excelente uso del espacio y sus formas, siempre al servicio del todo, es que podemos sorprendernos con pequeños y grandes cambios. Traslados, velocidades, luces y sombras, apoyan y siguen sustentando la historia.
Una experiencia muy enriquecedora fue ver a Carmen Barros, con su participación especial a través del formato audiovisual y que conoció al personaje retratado.
Creo que la creatividad, es un elemento muy desafiante para la dirección de un espectáculo teatral, puesto que solemos pensar, que ya está todo hecho. En este caso, creo que es un gran trabajo creativo, con búsqueda de cohesión en el lenguaje escénico con un punto de vista y ocupando elementos actuales, incluso la tecnología.
No podemos olvidar, que nos están contando una historia de vida, por lo tanto, el hacerlo de manera lúdica, respetuosa, creativa y compacta, no debe ser simple.
Mi personal conclusión es que se aunaron los criterios y competencias de un gran grupo teatral que cumple a cabalidad con el renombre de Rosita Serrano y su historia.
La emoción nunca abandonó al escenario y es un goce poder ver “Auge y Caída del Ruiseñor”
FICHA TÉCNICA: Idea original y dramaturgia: Amalá Saint-Pierre y Francisco Paco López | Dirección: Patricio Pimienta | Elenco: Silvanna Gajardo, Orlando Alfaro, Amalá Saint-Pierre, Francisco Paco López y participación especial de Carmen Barros | Vestuario y diseño de escenografía: Nicoletta Fuentealba | Iluminación: Gonzalo Muñoz | Musicalización: Orlando Alfaro / Canciones Rosita Serrano | Asistente de puesta en escena: Gabriela Labra | Comunicaciones: Claudia Palominos | Producción: Carolina Cabezas | Proyecto financiado por el Fondo Nacional de Artes Escénicas, convocatoria 2021.