El proyecto audiovisual Una Entre Nosotras, es un documental en proceso de ejecución sobre la figura de la actriz y maestra catalana, Margarita Xirgu. Su responsable es Lucía Rojas. Realizadora chilena que nos cuenta en el siguiente texto el proceso de trabajo del ensayo documental y lo que la motiva.
La primera vez que escuché hablar de Margarita Xirgu, fue en la Universidad de Chile, por el año 2006, más de diez años después, cuando me vine a vivir a Barcelona, España; supe que estaba viviendo en su tierra, a quince kilómetros de donde nació (Molins de Rei) Luego hice una adaptación y co-dirección de la obra La Casa de Bernarda Alba y al estudiar a García Lorca, indudablemente tuve que estudiar la figura de Margarita.
La Xirgu, como la llaman, tras la guerra civil en España, vivió más de 30 años en el exilio, hasta su muerte en Uruguay (1969) El primer lugar donde se estableció fue en Chile, donde se casó por segunda vez y donde formó parte de la fundación del teatro experimental de la Universidad de Chile, junto a Pedro de La Barra (1941) su influencia fue decisiva para la renovación y el desarrollo del teatro de Chile. He estado en Chile buscando su huella, lamentablemente está perdida, pero he encontrado algunos rastros. Hay una relación de Margarita y el teatro obrero en el norte de Chile que estoy estudiando, pero esto es casi un trabajo de arqueología, pensando en el tiempo que ha pasado y sabiendo que los testigos directos ya no están. Me interesa seguir ese rastro, porque Margarita nació en las canteras de los Ateneos obreros, por eso siempre estuvo muy comprometida con los temas sociales, aunque la han tachado de roja toda su vida, ella sentía un compromiso con la gente, con la vida de las personas. Ella nunca militó en ningún partido, Margarita fue una militante del teatro.
Su figura promueve varias líneas de interés en mi trabajo. Me conecta con Latinoamérica, con el exilio y la guerra, que son temas que ocupan mi escritura, así como las temáticas feministas. Margarita encarna un coro de mujeres marginadas por la opresión, mujeres marcadas, rebeldes y justicieras, las mismas que defendió Lorca y que pusieron juntos en los escenarios.
¿Cómo funciona el tiempo y la memoria?
¿Qué nos hace recordar a un artista más que a un prócer?
Estas son algunas reflexiones que me guían. Me interesa el lugar que ha dejado Margarita, el pasado que la atraviesa. Quiero indagar en su cotidianidad. Cómo era su día a día, las calles por donde caminó, sus objetos, su casa, la luz de su habitación, por ejemplo. Me interesa lo cotidiano, lo ordinario, su humor, sus contradicciones, sus angustias. Qué sintió el día que le contaron la feroz noticia que a su gran amigo Federico García Lorca lo habían asesinado, qué dijo, qué hizo ese día. O indagar en sus fracasos teatrales, como cuando en Argentina el gobierno de Perón censuró su obra “El Malentendido” de Albert Camus, y tuvo que disolver su compañía.
Para mí hablar de Margarita es hablar del pasado y del futuro. Aunque el pasado siempre tiene mala fama, nadie quiere mirar al pasado, porque representa el retroceso. Se nos ha dicho que Latinoamérica es el pasado y el futuro es Europa. Pero yo creo que hoy el futuro es Latinoamérica. Lo digo desde un punto de vista cultural, intelectual, desde la sabiduría de los pueblos. Ese intercambio es interesante, hay mucho que aprender aquí. Yo creo que eso lo entendió muy bien Margarita, desde ahí puedo afirmar que fue una mujer visionaria.
Y eso es lo que me cautiva.