Me invitaron a ver el unipersonal “LA METAMORFOSIS”, con el mimo RICARDO GAETE. Estar sentado allí, en la sala de teatro de la FINIS TERRAE, como un espectador que conoce el texto del gran escritor checo, Franz Kafka, y que ha desarrollado su interpretación de tan intrincada obra, es todo un desafío.
Interminables horas de mi adolescencia queriendo entender por qué un ser humano puede terminar transformado en un insecto; debo reconocer que alucinaba con la idea. Fueron múltiples las interpretaciones, tantas como públicos tuvo desde comienzos del siglo XX. Esta obra fue escrita en 1915.
Los conflictos con el padre, la familia, el sistema, todo aquello sirve, cualquier camino que nos lleve a NO encajar, a no sentirnos parte de un sistema que consideramos perverso, como le ocurre al protagonista Gregorio Samsa, sirven como interpretación de la trama, el argumento y finalmente el drama de convertirse en un bicho.
Persiste la discusión, que si cucaracha o escarabajo, me quedo con el último por la propia descripción de su autor; pero insecto al fin y al cabo; una transformación interior que se va produciendo cuando se van dejando de utilizar todas aquellas manifestaciones que nos hacen HUMANOS.
Hoy Franz Kafka nos describiría como insectos digitales; ya no nos comunicamos; poco importan nuestros sentimientos y experiencias sensoriales, mucho más hoy cuando nos hemos reducido a un número económico y nada más; somos todos, entonces y de acuerdo a esos parámetros, unos escarabajos kafkianos.
Toda esta disquisición es culpa de RICARDO GAETE y su obra “LA METAMORFOSIS”, que en una interpretación MAGISTRAL, me lleva una vez más a los laberintos de la filosofía, del análisis antropológico de esta especie que aún goza de ir a sentarse a una sala de teatro.
En este montaje todo es perfecto, todo se conecta, todo se comunica: la escenografía, el diseño lumínico; la música, las proyecciones, los efectos y por supuesto, la brillante interpretación de RICARDO.
Ovación del pie y emocionada para “LA METAMORFOSIS”, un montaje de nivel internacional, que ya ha sobrepasado las cien funciones en un periplo que la llevó a recorrer Europa, Latinoamérica y hoy, Chile.