El proyecto Danza Contra el Tiempo, es el título de un concepto artístico que representa a la compañía de danza Generación Del Ayer; cuyos intérpretes siguen vigentes, creativos, perseverantes en su quehacer, sabiendo por experiencia que la edad no es obstáculo para seguir en la danza, ya que son bailarines profesionales adultos mayores, un sello característico de la agrupación desde el año 1996, únicos en su género en Latinoamérica.
La agrupación al cumplir 20 años en el año 2016, lo celebraron en Santiago y un recorrido por el país, ya que estuvieron en el sur (Teatro Municipal de Puerto Aysén, Salón Auditorium C C Coyhaique, Teatro Diego Rivera, Puerto Montt. C C Villarrica-Lirquen, Aula Magna U. de la Frontera, Temuco) con el apoyo de un Fondart de Circulación de ese año.
Este año 2021 cumplen 25 años y dada la imposibilidad de celebrar el aniversario en forma presencial, lo están haciendo en forma virtual, a través de la plataforma de difusión digital < iboleteria>.
En recuerdo de quienes imaginaron otro futuro para un grupo de bailarines que ya deberían estar jubilados, pero que se reinventaron para seguir creando, bailando y aportando al quehacer artístico de la sociedad, conversamos con Carmen Aros, coreógrafa, intérprete y gestora cultural, premio Altazor, años 2010 y 2011 y esto nos dijo:
Carmen, comencemos con la realidad contingente y una pregunta ad-hoc: ¿De qué forma contribuye la danza a revertir la crisis social y política que vivimos?
Primero dejar en claro que unos de los que más están sufriendo la crisis social son los artistas y en particular los que pertenecen al universo de la danza. Universo compuesto por: maestros/as, profesores/as, alumnas/os, bailarinas/es, coreógrafas/os, técnicos teatrales, diseñadores, gestores culturales, investigadores, músicos. ¿De qué manera revertir esta realidad que se acrecienta con la pandemia?
Exigiendo a las autoridades del MINCAP, que se hagan cargo generando las condiciones que permitan la supervivencia de una manifestación artística que la sociedad necesita. Desde las organizaciones y asociaciones gremiales poner en alerta y dar a conocer la problemática del gremio. Será la Convención Constituyente formada democráticamente la que a través de sus representantes, visibilice el Derecho a la Cultura. En este mismo contexto, será la educación formal de excelencia quien exija que las artes vuelvan a ser parte del curriculum escolar.
Todo ello a futuro pero concretamente hoy seguir resistiendo, ser solidarios entre nosotros porque al igual que ayer, hoy y mañana, la danza debe estar presente para ayudar al bienestar y salud mental de nuestra sociedad. Poner énfasis en la salud de toda la población obesa del país. Y, por sobre todo, a la formación integral de individuos pensantes en la sociedad.
¿Qué es y qué persigue la compañía de danza Generación del Ayer? Este año Uds. como compañía cumplen 25 años, ¿cómo ha sido el tránsito de profesionales de la danza siendo adultos mayores?
La agrupación Generación Del Ayer, nace con el propósito de seguir entregando nuestra experiencia artística a través de la creación y puesta en escena de contenidos de acuerdo a la visión del paso del tiempo, ya que pertenecemos al grupo etario Adultos Mayores. Nuestra edad, en el año 1996, era aprox. de 50 años y es cuando la bailarina, coreógrafa y maestra Rayén Méndez, nos convoca a participar de este proyecto único en Latinoamérica. Ese 1° de Octubre, Día del Anciano, así se llamaba en ese entonces el elenco, estaba formado por: Rayén Méndez, Sonia Uribe, Gastón Baltra y Carmen Aros en la danza. Vinka Bogdanovic en la producción y otros colaboradores. Pasaron 25 años y debemos estar muy satisfechas de los logros conseguidos tanto a nivel nacional como internacional y de la respuesta entusiasta que nos llega del público que asiste a nuestras funciones. Como todo intento de romper con los cánones establecidos, en nuestro caso, “ los bailarines abandonan el escenario a partir de los 35 años”. En un comienzo no fue bien acogido por la gente joven e incluso por nuestros propios pares. Eso ya es pasado y en este momento somos ejemplo a seguir por las generaciones que nos preceden. Queremos seguir contribuyendo al bienestar de la población ofreciéndole arte y cultura y mostrándole a los adultos mayores que pueden seguir vigentes y productivos en cualquier actividad que se propongan.
¿Cuál es su opinión de transmitir la danza por plataformas digitales y se imaginaron Uds. que sus presentaciones iban a transmitirse por estos canales digitales y cómo nació la idea de recurrir a este formato y qué plataforma exhibe sus montajes?
En plena pandemia se cerraron espacios ciudadanos: teatros, auditorios, centros culturales, festivales, encuentros, espacios alternativos de todo el mundo donde ocurría la magia entre artistas y espectadores. Chile no es la excepción y nuestro arte, que es presencial, se queda sin piso para seguir trabajando, lo que ha traído problemas gravísimos para nuestro gremio. La tecnología actual nos presenta, al menos, tres alternativas: primero, poder transmitir nuestras obras estrenadas antes del 2020 y grabadas en ese momento sin más intención que como registro no solo para remontarlas en un futuro, sino también para difundirlas y darlas a conocer en encuentros y festivales presentándolas para su selección; segundo, poder experimentar con el formato audiovisual para seguir creando desde nuestros lugares de confinamiento y encontrar nuevas formas de expresión para seguir vigentes y en contacto con el público; y tercero, presentación de estrenos en formato presencial pero sin público y difundidos vía “streaming”. La difusión digital puede llegar a cualquier rincón, con internet por supuesto, sin desconocer y sabiendo que ello es imposible para una parte de nuestra sociedad. Pero sí ofrece llegar a una mayor audiencia que en este momento descubre los contenidos culturales.
Este año hemos participamos en el Encuentro Teatral In Lak ́ech, desde Iquique al resto del país y al exterior. Fue un Proyecto Fondart Regional que tuvo que pasar de presencial a digital. Ahora estamos en la plataforma: www.iboleteria.cl, gestión privada para difundir contenidos de las AAEE. Este es el primer ciclo de danza en el que participamos tres compañías, cada una con tres meses en cartelera: Compañía Danza en Cruz; Compañía Movimiento y en este trimestre abril, mayo y junio, nosotros Compañía Generación Del Ayer, con el montaje DANZA CONTRA EL TIEMPO, que consta de las siguientes obras: Video-Homenaje a Rayén Méndez (1934 – 2006); Lo que me dio el agua, coreografía Sonia Uribe; Sin Nombre, coreografía Nicolás Botto e Historias Mínimas, coreografía Carmen Aros.
La tradición dancística en el país tiene una sólida tradición, con grandes exponentes y maestros: ¿Que agrupaciones inspiran el trabajo que Uds. ejecutan?
Bueno, al ser nuestra propuesta un proyecto único en el país, hemos tenido que reinventarnos como bailarines y como coreógrafos, ya que la forma de hacer nuestras obras no se basa en el virtuosismo técnico. En todo caso para la creación no existe como requisito la edad, solo existe la necesidad artística de plasmar con la danza diferentes contenidos y transmitirlos al público. Más bien creo que después de tantos años de trayectoria y el contacto con tantos maestros, coreógrafos y bailarines de otras compañías y agrupaciones, nacionales e internacionales, uno se ha visto expuesto a innumerables corrientes, estilos de danza, tendencias y metodologías de trabajo. Ello contribuye a un enriquecimiento personal que después aparece inconscientemente en el trabajo creativo. Debo agregar que no solo desde el universo de la danza, lugar al que pertenecemos, sino además cabe resaltar, la contribución del resto del mundo del arte y la cultura el que debemos conocer e investigar porque tenemos mucho que aprender para enriquecernos y dar forma a aquello que queremos entregar.
¿Cuál es el proceso de elección o temática de sus obras? ¿Qué lineamientos artísticos, políticos, sociales, humanos, los motiva en dicha elección?
La obra DANZA CONTRA EL TIEMPO, contiene tres coreografías de nuestro repertorio: LO QUE ME DIO EL AGUA, de Sonia Uribe; SIN NOMBRE, de Nicolás Botto e HISTORIAS MÍNIMAS, de Carmen Aros. Además de un video, HOMENAJE A RAYÉN MÉNDEZ (1934- 2006)
Sonia Uribe dice: hace años atrás y leyendo el suplemento de arte de El Mercurio, me encontré con un artículo sobre la artista mexicana Frida Kahlo (1907-1954), que iba acompañado con la fotografía de una de sus obras, La Columna Rota. Fue a través de esa lectura que conocí a esta mujer y artista. Tanto me impactó que quise conocer más de su vida y su pintura porque me surgió inmediatamente la idea de hacer una coreografía sobre ella.
En esa misma época hicimos una gira a la ciudad de México, con la compañía Generación del Ayer, invitadas a la Temporada Internacional 20 Años Después -El encanto de la Madurez en la Danza Contemporánea- en el Centro Cultural Los Talleres de Coyoacán (mayo 2005). Allí tuve la oportunidad de conocer la Casa Museo Frida Kahlo, al igual que las casas en la zona de San Ángel donde Frida y Diego Rivera vivían y trabajaban en sus talleres, por separado.
Para iniciar el proceso coreográfico de LO QUE ME DIO EL AGUA, investigué la biografía y la obra pictórica de la artista sumado a la experiencia de haber conocido el entorno en que vivió, amó y murió. Comprobé que fue una artista comprometida social, política y humanamente con la identidad de su pueblo, al estar presente y formar parte en los acontecimientos políticos de su época. Ella era de izquierda, no sé si militante o solo simpatizante del partido comunista.
La elección del tema se debe a que me identifiqué con los planteamientos de dicha artista, su fuerza como mujer ante su limitaciones físicas y problemas de salud, reinventándose como persona al llenar sus horas postrada en una cama dedicadas por entero a la pintura y como ella relata: “… yo soy mi propia musa …”, y porque al conocer la cultura mexicana y su gente, vi como se enorgullecen de su cultura e identidad. Me impresionó esa visibilización, la que yo respeto, tal como admiro y respeto la cultura a la cual pertenezco, nuestra cultura chilena.
Por último tengo que decir que esta obra me ha dado grandes satisfacciones. La primera vez que se presentó fue en la 5a. Temporada de Danza Contemporánea 2006, en la Casona Nemesio Antúnez. El año 2014, fue seleccionada para presentarse en el Festival ELIXIR, KNOWBODY, Teatro Sadler ́s Wells, en Londres. Además en esa gira y bailando este dúo ( Carmen y Sonia), hicimos presentaciones en España, Madrid, en : SALA REAL DEL CENTRO CULTURAL DE BECERRIL DE LA SIERRA y SALÓN DE ACTOS MUSEO DE AMÉRICA, y en Dinamarca, Aarhus, en: TEATRO BORA BORA.
El año 2015, fueron invitados al “Danza Encuentro Perú /Chile 2015”. Que se realizó en el Teatro Ella Dunbar Temple de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima, Perú. Además de estas actividades a nivel internacional, este programa se ha presentado a nivel nacional, en una gira al sur, gracias al FONDART de Circulación 2016, CNCA.
Nicolás Botto, dice: la obra SIN NOMBRE fue creada durante un viaje a México (2011) y se estrenó en el 12° Festival de Danza Contemporánea Avant Gard, en el Teatro Armando Manzanero en Mérida. Al crearla en un país diferente y desconocido como era México, me motivaba a un viaje de búsqueda donde todo era nuevo para mí. Esta gran experiencia trazo en mí, una transformación artística, que surge con cuestionamientos creativos artísticos, que pude responder con toda aquella memoria de mis maestros del teatro y de la danza Gastón Baltra y Patricio Bunster. Lo que pude comprender y descubrir con los años es que mi trabajo como artista es una búsqueda espiritual, ritual y el equilibrio de la humanidad. Aunque nunca tuve el pensamiento, de estar frente a un gran desafío, sino que me detuve en la reflexión de la oportunidad que tenía, de volver a crear, pero esta vez mirando, escuchando y meditando de todo aquello de lo diferente que me rodeaba, una geografía que me inspiraba a investigar y a habitar mi propio descubrimiento el de una alegoría a la naturaleza y la comunicación del hombre con ella, para descubrir hacia dónde vamos o al menos hacia dónde nos dirige nuestro pulso de la vida. Desde entonces mi creación ha sido siempre un volver a nacer, donde puedo asombrarme de lo aprendido y contarlo con el cuerpo y otros elementos, que hacen más bien una lectura de narración atávica pero a la vez universal.
Además tenía la ventaja de poder vaciarme de todos los conocimientos que poseo, por la sola razón de querer volver a descubrir, entender y dejarme llevar a la transformación que esto conlleva, tanto del espíritu como del cuerpo, para así buscar aquello que desconozco y volver a sorprenderme en un acto de inocencia.
Quise como objetivo concebir una obra con contenido de cuestionamientos que reflejaran el alma humana, aquellas preguntas que almacenamos sin responder, para construir la historia propia. Una obra donde no prevalezca la técnica, por sobre la inocencia de la vida. Una obra donde se produzca la relación entre público e intérprete en una comunicación directa donde no habite la representación sino la verdad en escena. La obra SIN NOMBRE, fue creada con la mayor inocencia, intuición, para que así quien la mire, pueda reconocerse en algunas de aquellas muchas preguntas que expone la obra independiente de su nivel de cultura, de educación o de vida tenga el espectador. El arte es para todas, todos y todes.
Carmen Aros: en mi caso particular, soy la coreógrafa de HISTORIAS MÍNIMAS, estrenada en el GAM el año 2016, con una duración de 32 minutos. La elección del tema e inspiración de la obra, fueron historias y experiencias personales del comportamiento social que tenemos como individuos. Ello junto a que ya somos personas de mas de 70 años, afortunadamente autovalentes, pero lamentablemente constatamos que hay una inmensa mayoría de este grupo etario que vive otra realidad: esclavizados a una silla de ruedas; con su mente que ya no tiene recuerdos; o que ha sufrido enfermedades que les han dejado con severas secuelas. Personas que son discriminadas y olvidadas, incluso por su familia. Todo ello es lo que intento plasmar en diferentes escenas , en pequeñas historias, en historias mínimas.
Para llevar todo ello a la escena necesité de elementos materiales para plasmar los conceptos y traducirlos en una coreografía. Una obra no solo es movimiento, ésta en particular, va acompañada de poesía, música y un adecuado diseño teatral que se entrelazan y unifican sus contenidos para plasmar la propuesta estética.
La elección del tema, es un proceso muy intuitivo. En mi caso siempre tiene que ver con el tema de género y cómo llevar diferentes situaciones a la escena. Estudiar e investigar todo lo concerniente a lo que en ese momento se revela como sujeto. Sacar las capas una a una, descubrir cuales son coherentes y se adaptan a mi imaginación, a lo que quiero lograr. En el camino la realidad te va poniendo por delante muchas coincidencias que se ajustan a la idea que tienes “in mente”. Es un sin número de emociones, realidades, ficción, pinturas, lecturas, conversaciones y temas contingentes con los cuales te conectas para que tu imaginario pueda llegar a relatar a través de los cuerpos de las intérpretes aquello que estaba sumergido en el fondo de tu mente y tu corazón.
Una inquietud contingente: ¿influirá la crisis social que estamos viendo, en el futuro del arte y, en específico, en el arte de la danza?
Esa pregunta la hemos hecho desde el ámbito de la formación profesional hasta la creación. La crisis social que sucedió en Octubre de 2019. Aunque sabemos que ya estaba, que existía y muchos la desconocían. Eso pasa si se vive en una burbuja y eso lo pudimos constatar con algunas intervenciones no muy apropiadas de gente públicamente conocida. En el futuro, desde el arte aparecerán nuevas formas de expresión, otras cambiarán de formato, es el caso de la danza que pasó de lo presencial a lo digital, dos modalidades que seguramente se instalarán y convivirán para siempre; nuevos acercamientos a la tecnología y esperando que no se conviertan solo en un aparataje técnico exento de contenidos. Tenemos que pensar en cómo y de qué manera utilizar las ventajas expresivas de las tecnologías a nuestro alcance. En este minuto ya no solo es la crisis social sino también la pandemia que visibilizó aún más las contradicciones y las diferencias sociales. Quiero destacar la aparición del Arte Urbano plasmado en esos inmensos murales que no solo hablan de magníficos artistas sino de su contribución en hacer de esta ciudad y de otras, un espacio público vivible, limpio, rodeado de color, de belleza y en muchos casos resaltando problemáticas existentes.
La danza no es ajena, siendo como es un arte poco conocido por una gran mayoría, no aparece como parte de los hábitos culturales de la sociedad. Sin embargo, los que la practicamos quisiéramos imaginar, porque así lo sentimos, que debiera ser parte del contexto cultural, que muchas personas deberían poder disfrutar y ser parte de la entrega que los artistas hacen con su trabajo escénico. Que fuera valorada como parte de la educación formal, tanto como para descubrir nuevos talentos como para la formación integral de los alumnos/as.
El Arte de la Danza no es o no debiera ser parte de una minoría, los griegos afirmaban que “aquel que no supiera bailar era un ignorante”. La crisis social que estamos viviendo no debe poner de lado el arte y la cultura, ellas son parte de la identidad de los pueblos. Son el sello que los hace únicos y reconocibles a nivel universal. Y como sabemos, sus contenidos han sido el salvavidas en estos tiempos de encierro obligado.
En estos momentos: ¿En qué proyecto están planificando o trabajando, a pesar de la inmovilidad en que está sumido el mundo artístico?
Estamos tratando de insertarnos en el mundo digital. Tenemos varias ideas para realizar pero concretamente estamos en el proyecto “Solos En Soledad”. Cada uno desde su entorno, casa o departamento, pensando hoy, cómo hacer creaciones (solos de pequeño formato) que fueron estrenadas al menos hace 20 años y crear, aprovechando lo digital, una nueva estética. Experimentar, lo que no sido fácil, ya que no manejamos la técnica en forma muy fluida para hacer este tipo de creaciones. Sin embargo, hemos decidido reinventarnos, una vez más, para seguir vigentes y superar los inconvenientes y limitaciones de las nuevas tecnologías.
Es un momento de aparente inmovilidad pero todo está pasando a través de lo digital. Los artistas somos muy persistentes en nuestro quehacer. Nos impulsa la pasión que sentimos por lo que hacemos porque creemos en ello y sabemos que la danza y todo el arte, es muy importante no solo para los que la practicamos, para los que somos profesionales de las distintas disciplinas, sino también para la sociedad en su conjunto ya que ayuda en la formación integral de cada individuo, aportando valores para la mejor convivencia, trabajo en colectivo, respeto y tolerancia hacia los demás y a la diversidad, desarrollando la parte lúdica y tantas otras fortalezas que ayudan a un mejor vivir en comunidad.
Felicitaciones Sonia Uribe Rojas por tu voluntad y constancia en el arte.
Con sincero afecto.
Samuel Zamorano G.