Siempre es un desafio reflexionar en torno al proceso creativo. Justamente ese desafío fue lo que me enganchó como anzuelo cuando recibí la invitación de la Universidad del Bio Bio para participar con la ponencia: “Desde las “Décimas de La Negra Ester” de Roberto Parra a la obra de teatro La Negra Ester, de Roberto Parra y Andrés Pérez.”, en el contexto del ciclo de charlas “Teatro Chileno en Verso y Décimas”, dirigido a la carreras de Pedagogía en Castellano y Comunicación.
Diversas Universidades se interesan en el proceso creativo enfocándose en el análisis de lo que podríamos llamar una metodología de dirección, poniendo el acento en la manera de dirigir de Andrés Pérez en el Gran Circo Teatro y como él recoge lo aprendido en el Theatre du Soleil bajo la dirección de la maestra Ariane Mnouchkine. En el caso de la invitación de la Universidad del Bio Bio, el interés y énfasis se dispara hacia lo lingüístico y como la décima debió moldearse para subir al escenario. Ese es el verdadero anzuelo: observar el proceso creativo de la misma obra de teatro, desde otro ángulo.
Revisando la charla del 27 de Noviembre del 2020, observo el valor del contexto en el teatro. El poema en décimas de Roberto Parra “La Negra Ester”, muta mientras en Chile aún había una dictadura militar y se convierte en teatro. El tío Roberto, Don Rober, el Maestro Pinina como le decía Nicanor, entregó en primera instancia las décimas a Willy Sembler ( 1 1) quien reunió varias de las compañias de teatro callejero existentes en Chile y comenzó un montaje fuertemente influenciado por las técnicas propias del teatro callejero : zancos, banderas, andamios, música en vivo. Estábamos decididos a llevar estas décimas al escenario. Era una oportunidad única trabajar con el autor, escuchar la décima de su boca, comprender que la décima se habla tal como lo era en el pentámetro yámbico ( 2 2 ), había que contar esta historia de amor. Y eso era otra motivación más: contar una historia de amor era una acción política. Quizás en ese momento no lo sabíamos, porque estábamos tan hechizados por el texto, pero hablar de amor en una dictadura es política. Sin embargo, nuestro hechizo creativo chocó de frente con la muralla del financiamiento. La falta de medios nos obligó a detener los ensayos y Sembler recurrió a Andrés Pérez. Pérez Araya llega a Chile desde el Theatre du Soleil, energizado por los aprendizajes con Ariane Mnouchkine, habiendo recién protagonizado La Indiada ( 3)3, con el método de dirección teatral fresco en la piel del actor. Dirigir La Negra Ester era la oportunidad para él de desplazarse nuevamente ( como ya lo había hecho en TEUCO) a la dirección, era además la oportunidad de re integrarse a la comunidad cultural en Chile, de la mano de un fuerte contingente de actores y músicos contemporáneos ( Sembler, Izquierdo,Parodi,Rivas,Torreblanca, Ramirez) y otros más jóvenes ( Quercia, Videla, Núñez, Ramos, Aste,Henriquez,Lobos), que aún estaban en la universidad. Pérez traía el ímpetu, el entusiasmo y el apoyo económico que Mnouchkine arriesgaba respaldando este nuevo montaje, en un país remoto y representado en un verso propio, la décima, de la mano de Roberto Parra.
“ Al puerto de San Antonio me jui con mucho placer.
Conoci a la Negra Ester
en casa de Celedonio,
-era hija del demonio- donde ella se divertía:
su cuerpo al mundo vendía. Le quitaban su trabajo, peor que un escarabajo, donde el jilucho caía.”
Esta es la décima de Parra, donde se presenta el personaje Ester y su universo. En diez versos se establece la ocupación de La Negra, su estado, sus colegas, el lugar geográfico, el estado de Roberto y todo esto en la rima propia de nuestra habla. Las ocho sílabas que identifican el sonido del habla más popular chilena, la subida de tono en el octavo verso y la bajada grave en los dos restantes. Como actriz uno se percata de que existe ese vínculo entre la escritura y la oralidad, uno cae en cuenta de que Parra está anotando con años de experiencia y gran maestría la manera de hablar chilena. Del mismo modo los músicos aprovechan la presencia del Tío Roberto y atentos observan cada movimiento de la guitarra. Son pocas las veces que el elenco cuenta con el autor y protagonista en ensayo y vice versa.
Parra se conecta con Pérez y el elenco en ensayo, quien más quien menos, establece un vínculo con Don Roberto, en mi caso, la relación estuvo marcada por uno de los personajes que me tocaba interpretar, la mamita: Doña Clarisa Sandoval. Llegué a interpretar ese personaje por mera jugarreta del destino. Al iniciar los ensayos del acto segundo, siguiendo el método de Mnouchkine, todos los actores pueden probar todos los personajes. En la escena de “Los Parra” todos los actores quieren probar ser Nicanor, ser la Violeta. Hay poco interés por la mamita, una señora mayor, sin ningún glamour, queda casi fuera de escena y Perez me sugiere intentarlo y calzamos como anillo al dedo. Muchas veces, en la borrachera, Roberto me hablaba de la mamita, de Doña Clarisa y así nos acercamos y así se iban modificando, editando las escenas. Lo más particular de todo esto es que muchos, muchos años después, mi hija, sería la bisnieta de Doña Clara ( pero eso lo detallaremos en algún otro texto).
Esta relación autor-director-actores modifica el texto. Es esta relación y el contexto social en que se desarrollan los ensayos, junto a la implementación de lo que Pérez había destilado en el trabajo con Mnouchkine, lo que lleva a la edición de la décima original y se transforma (4 ) en :
Conocí a la Negra Ester aquí en casa de doña Berta
esta casa llena e’ puertas
me hizo conocer el querer
corazón sin enloquecer
un día por la mañana antes que rayara el sol más linda que un arrebol
fresquita como manzana muy alegre muy ufana venía la Negra Ester
Esta es la décima que vamos a escuchar sobre el escenario, dicha por el personaje Roberto Parra interpretado por el actor Boris Quercia. La reflexión a la que me lleva esta charla para la Universidad del Bio Bio se centra entonces en el reconocimiento de los procesos creativos desde el texto. Sin temor puedo decir que la décima es habla y en el caso de la transformación a obra de teatro, es un proceso colectivo. La genialidad de Roberto Parra, encuentra eco en la genialidad de Andrés Pérez y en el detallado trabajo de propuesta escénica que realiza todo el elenco, músicos, vestuaristas, escenógrafos, iluminadores, tramoyas y actores, todos quienes conformaron El Gran Circo Teatro en 1988.
http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-92174.html 2
https://www.enotes.com/homework-help/what-does-iambic-pentameter-symbolise-shakespeares-196977
https://www.theatre-du-soleil.fr/fr/notre-theatre/les-spectacles/l-indiade-1987-170
https://repositorio.uc.cl/xmlui/bitstream/handle/11534/4695/000610902.pdf
Por: María José Núñez A Magister en Artes P.U.C. Enero 2021