En FINTDAZ nos preguntamos, ¿Qué estaría haciendo un día como hoy, Isidora Aguirre?, ¿Marés González?, ¿En qué obra de teatro estaría pensando Pedro de la Barra? ¿Qué estaría creando María Canepa y Pedro Orthus? Silvia Piñeiro ¿En qué nuevo trabajo estaría? Y el gran Alejandro Sieveking, seguramente estos grandes referentes del teatro nacional chileno todos estarían envueltos en una nueva y maravillosa historia.
Un nuevo 11 de mayo. Un 11 de mayo bastante especial, distintos a otros once de mayo. Hoy una pandemia nos tiene lejos de los escenarios, lejos de nuestros públicos. Sin embargo, en este 11 mayo, como en todos los 11 de Mayo en nuestra tierra, los creadores no paran, el artista, el actor, la actriz, los directores siguen en su lucha incansable por hacer florecer su imaginación, por aportar a la reflexión crítica social y política de nuestro país, por dar vida a nuevos personajes, a nuevas historias, desde una nueva forma, pero siempre vigentes.
Hoy, en este especial 11 de Mayo, en el Día Nacional del Teatro, FINTDAZ y la Compañía de Teatro Antifaz de Iquique, les hace llegar un cordial y esperanzador saludo de unidad, amor y reflexión a todos nuestros pares.
Sin lugar a dudas, hemos sido tremendamente fuertes no solo en esta batalla, sino que también otras y a pesar de las adversidades a las que nos hemos visto enfrentados, seguimos luchando desde esta trinchera, desde nuestro corazón, desde nuestra creación, desde nuestra convicción, con la responsabilidad de que somos motor y actores de cambios, en un país que lucha por la dignidad.
Allá por los años 1970, Andrés Pérez junto al gran circo teatro instalaba la observación profunda y apasionada del ser humano, y al teatro, como un medio ineludible e históricamente necesario, desde donde se podía elaborar el presente, con opinión crítica, cariñosa, social y cercano a la esencia popular, acercando a la gente y al público en las calles, disfrutando del goce del trabajo teatral y creando una fuente de inspiración para tantas nuevas generaciones.
El teatro se retroalimenta de la memoria, para no olvidar y construir mejores caminos. El teatro es un acto mágico único e irrepetible, que ayuda profundamente al desarrollo pleno de la sociedad y le permite ser más libre y justa.
El teatro, ese que ha vivido en una crisis permanente, pero a pesar de aquello, crece y florece por doquier, y se multiplica por todas partes, por la voluntad de todas y todos los teatristas y del público ávido de consumir artes y cultura.
Ni las guerras, ni las pandemias, ni los desastres naturales, ni la ignorancia de pseudos políticos han logrado aplacar la fuerza creadora del teatro, porque mientras haya hombres que crean en el valor de humanizar y enseñar desde las artes y la cultura, el teatro y sus creadores jamás morirán.
Gracias Andrés Pérez por dejarnos un tremendo legado y este gran día. Gracias teatristas de Chile. Pronto nos volveremos a reencontrar desde lo necesariamente físico.