La obra Turba o el día que entramos en la historia, escrita por Antonia McCarthy y dirigida por Celeste Mena, cuyo estreno y temporada estuvo en el Teatro del Puente; aborda el hecho real que dio como resultado el estallido social del 18 de Octubre de 2019, conocido como 18.0. Estallido liderado por estudiantes secundarios en la mayor protesta social que se tiene memoria, donde rápidamente se sumaron las fuerzas laborales copando y paralizando la ciudad.
Este es el tema con que la compañía Manos Vacías da forma y sentido a su presentación en el mundo escénico. Los integrantes de la compañía, siendo este su primer montaje, asumen el riesgo de atreverse a debutar con algunos hechos que marcaron ese día, porque seguramente fueron energía protagónica.
Este fenómeno con la connotación e infinidad de variables sicosociales a estudiar, analizar y comprender, y que al continuar tan presente aún sus efectos y consecuencias en el país, es complejo abordarlo sin caer en estereotipos y lugares comunes.
Una hipótesis a tener presente como explicación o argumento en un tipo de dramaturgia es la falta de compromiso que las generaciones de posguerras tomaron como bandera de lucha y sobrevivencia dando pábulo a un enfriamiento de las relaciones y emociones humanas, que se traspasó a la escena como estructura narrativa donde se privilegia la proliferación de discursos, en conjunto a la integración de otras artes que vivencien el caos trágico en que el mundo se transformó.
Si aquella estructura facilita la generación de textos, también facilita la obnubilación por desconocimiento y se entra en un pozo lingüístico textual en base a consignas predecibles y de uso común, no siendo suficiente para un escrito ni tampoco justificación de la obra.
Toda la acumulación de herramientas narrativas que posee el montaje, como el canto, movimientos gestuales y escénicos en paralelo a lo central, da como resultado una puesta (y apuesta) en escena caótica y confusa. El bosque no deja ver los árboles. Además que confabula para ello lo extenso de los discursos y una apurada dirección que acelera la sucesión de secuencias. Dado que la cercanía temática requería de silencios, reposos, meditaciones entre cuadro y cuadro para digerir lo expuesto y “creer” que los personajes sufren lo dicho o expresado con intención y que no estén en escena por efecto de un Deus Ex Machina.
FICHA TÉCNICA: Dramaturgia: Antonia McCarthy. Dirección: Celeste Mena.
Diseño: Rayen Morales. Elenco: Laura Mauriziano, Cristóbal Bravo, Fernanda Narváez, Jonathan Cuevas. Diseño sonoro: Fernanda Narváez Producción: Josefa Schultz y Antonia Fernández.